Un homenaje que se construye cada día

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Por Orlando Naranjo Escalona | 12 diciembre, 2024 |
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El desarrollo integral de las montañas ha sido un objetivo estratégico de la Revolución Cubana desde el enero victorioso de 1959. Cada sitio de su angosta geografía percibe de una forma u otra sus múltiples beneficios.

En Bartolomé Masó con más del 73% de su territorio en zonas de la Sierra Maestra es palpable la obra humana que se lleva a cabo tanto en lo económico como en lo social.

En fecha tan temprana como el 17 de mayo de 1959 en estas mismas montañas Fidel firmó la Primera Ley de reforma Agraria que dio el título de propiedad de las tierras a quienes antes la trabajaban, pero no eran sus dueños.

Con este primer paso florecieron en todas las serranías las asociaciones campesinas que dieron lugar, un poco más tarde, a las Cooperativas de Producción Agropecuaria y de Créditos y Servicios.

Comienza así a erigirse un imperio cafetalero con unidades industriales y fuerza de trabajo constante emanada de los poblados construidos en todo el lomerío. Fue preciso entonces crear nuevos beneficios para garantizar la permanencia del montañés en estos sitios.

Hospitales, escuelas, bodegas, centros multiservicios y otros que resultaron de este esfuerzo.

También las comunicaciones recibieron impulso con la construcción de carreteras, terraplenes y caminos donde antes eran trillos y la disposición del acceso telefónico y eliminación de zonas de silencio, e incluso conexión inalámbrica a internet y servicios de datos en el móvil.

Todo ello sin dejar de mencionar la electrificación de poblados con métodos convencionales y medios alternativos, como mini hidroeléctricas y paneles solares.

Toca ahorra al habitante de estas montañas mantener en incremento las producciones agropecuarias que dan sustento a su economía. como el café, el plátano, los frutales y la malanga entre otros, así como fomentar el cuidado del frágil ecosistema que lo circunda.

Solo así podrá suplir gradualmente necesidades básicas de vida y contribuir con su modesto esfuerzo a contrarrestar insatisfacciones que aún persisten en sectores claves como la vivienda, el abastecimiento de productos comerciales y el transporte por solo citar algunos.

No obstante, lo alcanzado hasta la fecha es expresión fecunda de cuanto ha hecho nuestro país por elevar la calidad de vida del montañés y propiciar su desarrollo de forma integral.

De ahí que la celebración del 11 de diciembre, como día internacional de la  montaña, no se reduce aquí a una jornada, este es un homenaje que se construye cada día.