
Muchos manifestantes llevaban carteles que decían “Feministas contra fascistas” y “Las personas por encima de la política”. También se han visto pancartas con mensajes como “Salva a Estados Unidos” y “El odio no ganará”.
Hubo breves momentos de tensión entre los manifestantes y partidarios de Trump. La marcha se detuvo brevemente cuando un hombre con una gorra roja que decía Make America Great Again (Hagamos grande a Estados Unidos otra vez, lema de Trump y sus seguidores) y una mochila verde de camuflaje se incorporó a una fila de manifestantes al frente.
La policía intervino y lo separó del grupo pacíficamente mientras los manifestantes coreaban “No morderemos el anzuelo”.
A medida que los manifestantes se acercaban al Monumento a Washington, un pequeño grupo de hombres con gorras con la leyenda MAGA (Make America Great Again) caminando en dirección opuesta pareció llamar la atención de un líder de la protesta con un megáfono.
El líder se acercó más al grupo y comenzó a cantar “No a Trump, no al KKK” con el megáfono, haciendo alusión al Ku Klux Klan. Los grupos quedaron separados por elevadas vallas negras y, finalmente, los policías se congregaron alrededor.
Reconfigurada y reorganizada respecto a la de 2017, la manifestación tiene un nuevo nombre, la Marcha del Pueblo, como un medio para ampliar el apoyo, especialmente durante un momento de reflexión para la organización progresista tras la victoria electoral de Trump en noviembre pasado.
Mujeres indignadas por la victoria presidencial de Trump en 2016 acudieron a Washington en 2017 y organizaron grandes manifestaciones en ciudades de todo el país, creando la base de un movimiento popular que se conoció como la Marcha de las Mujeres.
Por sí sola, la marcha de Washington atrajo entonces a más de 500 000 manifestantes, y millones más participaron en marchas locales en todo el país, en la que fue una de las protestas de un solo día más grandes en la historia de Estados Unidos.
Este sábado, la multitud congregó a unas 50 000 personas, según fuentes diversas.
En la manifestación de este sábado se han promovido temas relacionados con el feminismo, la justicia racial, la antimilitarización y otros problemas, y ha incluido diálogos organizados por varias organizaciones de justicia social.
La Marcha del Pueblo es inusual en cuanto a la “vasta gama de temas reunidos bajo una misma plataforma”, dijo Jo Reger, profesora de sociología que investiga movimientos sociales en la Universidad de Oakland en Rochester, Michigan.
Tamika Middleton, directora de la Marcha de las Mujeres en 2017, dijo que ese fue un momento realmente particular. “En 2017, no habíamos visto una presidencia de Trump y el tipo de odio y furia que eso representaba”.
Sobre la marcha de este sábado, Middleton señaló que el objetivo del evento no es lograr una manifestación multitudinaria como la de 2017, sino centrar la atención en un conjunto más amplio de problemas: los derechos femeninos y reproductivos, los derechos LGBTQ, inmigración, clima y democracia, en lugar de centrarla únicamente en torno a Trump.
“No concebimos la marcha como el objetivo final”, dijo, y destacó la intención de lograr que los asistentes se integren en organizaciones y en sus hogares políticos para que puedan seguir luchando a largo plazo en sus comunidades.
Nuevo “zar de fronteras” de Trump anuncia redadas masivas de migrantes desde el primer día
El responsable de políticas migratorias de la nueva Administración de Donald Trump, Tom Homan, ha advertido de que los servicios de inmigración de Estados Unidos harán arrestos en masa de migrantes indocumentados en todo el país a partir del próximo martes 21 de enero.
Homan, que estará a cargo de las políticas migratorias y de seguridad fronteriza, ha declarado a Fox News que “va a haber una gran redada en todo el país. Chicago es solo uno de muchos lugares”.
Así respondió a la información de The Wall Street Journal y otros medios que afirmaron que a partir del martes la nueva Administración hará una redada en Chicago.
Homan, quien fue director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y en el primer mandato de Trump supervisó la política que separaba a padres e hijos migrantes en la frontera, ha destacado que el ICE “hará su trabajo”.
“El martes, el ICE finalmente hará su trabajo. Vamos a quitarle las esposas al ICE y dejarle que arreste a extranjeros criminales”, dijo.
Cuando se le preguntó cómo se recibirían estas operaciones en las llamadas ciudades santuario, que se han comprometido a no utilizar recursos locales para redadas federales de inmigración, Homan sugirió que el Gobierno entrante de Trump apuntaría a las cárceles de la ciudad.
Según The Wall Street Journal, la “redada migratoria a gran escala” en Chicago comenzará al día siguiente de la toma de posesión de Trump y durará toda la semana. Participarán entre 100 y 200 funcionarios del ICE.
Una fuente dijo a Reuters el viernes que Nueva York y Miami serían otros objetivos.
“Tenemos más de 700 000 extranjeros ilegales en Estados Unidos con órdenes finales de expulsión. El presidente Trump ha sido claro desde el primer día. Va a asegurar la frontera y a tener la operación de deportación”, afirmó Homan.
(Con información de AP, Reuters y Europa Press)