El miembro de mayor rango del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, Ron Wyden, demócrata de Oregón, presentó un proyecto de ley para levantar el bloqueo a Cuba.
«Intentar aislar a Cuba es una estrategia fallida y obsoleta que castiga al pueblo cubano y cierra la influencia y la inversión estadounidenses que podrían beneficiar tanto a los agricultores y ganaderos estadounidenses como a las pequeñas empresas cubanas», dijo el legislador, quien fue presidente del Comité de Finanzas.
La iniciativa, copatrocinada por el también senador por Oregón Jeff Merkley, tendría que transitar por un camino demasiado tortuoso para que pueda avanzar en la Cámara Alta, controlada por los republicanos.
Pero la propuesta muestra el interés de miembros del Congreso en lograr una normalización de las relaciones con el vecino país y un cambio en la política hacia Cuba.
En febrero de 2021, Wyden también introdujo un proyecto de ley similar, y dijo que «continuar con ese mecanismo de la década de los 60 del siglo pasado sería un fracaso».
Agregó que el Congreso estadounidense tenía la obligación de mejorar las relaciones entre ambos países lo más rápido posible.
La primera administración de Donald Trump (2017-2021) aumentó las «tensiones con Cuba durante su desastroso periodo en el cargo, pero soy optimista sobre el nuevo curso diplomático del presidente Joe Biden, señaló en aquel momento Wyden, quien es jefe del Comité de Finanzas del Senado».
En 2017, Wyden también presentó otro proyecto de ley para la eliminación del cerco unilateral impuesto a Cuba hace más de 60 años, y tampoco pudo prosperar.
Desde el inicio de su primer mandato, en enero de 2017, Trump comenzó a implementar contra Cuba medidas sin precedentes, las cuales sobresalieron por su hostil sistematicidad, y superaron la cifra de 240.
Cuando Biden asumió el cargo, prometió revisar la política de Estados Unidos hacia Cuba, y «tomar su propio rumbo».
Sin embargo, el demócrata se mantuvo en línea con la política de su predecesor, y el pasado 14 de enero, a seis días de abandonar la Casa Blanca, anunció un grupo de medidas –aunque tardías e insuficientes– en la dirección correcta.
Biden retiró a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo (un acto de elemental justicia); la exención para el Título iii de la Ley Helms-Burton, también conocida como Ley Libertad, por un periodo de seis meses; y rescindió el Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional 5 de 2017, para eliminar la llamada lista restringida.
«La decisión del Presidente saliente sobre la exclusión de Cuba de la unilateral lista honra la sabiduría y los consejos que le han proporcionado muchos líderes mundiales, especialmente en América Latina, que lo animaron a tomar estas medidas», trascendió en una declaración de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La Ley de Comercio entre Estados Unidos y Cuba derogaría los principales estatutos que codifican las sanciones contra Cuba, incluidas la Ley Helms-Burton y la Ley de Democracia Cubana, así como otras disposiciones que afectan el comercio, la inversión y los viajes a Cuba; además, establecería relaciones comerciales normales con el país.