
Los planes de la nacionalización de las propiedades de los grandes latifundistas, vinculados a la dictadura de Batista, y creación de cooperativas de producción y consumo conllevaron a constantes visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro a las llanuras del Cauto y del Guacanayabo durante todo el mes de febrero de 1959.
En la madrugada del miércoles, 4 de febrero de 1959, Fidel arribó a la ciudad de Manzanillo acogido ampliamente por el pueblo que ya no durmió más. Acompañado de Celia Sánchez, el Comandante René Vallejo Ortiz y otros dirigentes revolucionarios, recorrió el parque Céspedes. En el portal del hotel Edén, a la vera del parque Céspedes, se improvisó una tribuna. En su discurso a los pobladores manifestó: “El pueblo está en el poder y el poder es ahora del pueblo. Mi mayor gloria sería siempre darme un abrazo con este pueblo”.
Agradecido infinitamente de los aportes de los revolucionarios manzanillos en la lucha contra Batista, exteriorizó: “Me he reunido en numerosas ocasiones con la multitud pero, sin embargo, me faltaba una multitud, me faltaba un lugar al que había tardado ya mucho en venir. Me faltaba un pueblo que puede decirse es el que más vinculado ha estado a la Sierra Maestra…”
Muchos elogios tributó durante su alocución a los habitantes de la ciudad del Golfo: “… la Revolución, Cuba entera debe estar agradecida de Manzanillo porque de Manzanillo salieron los primeros dineros para la Revolución, los primeros víveres, las primeras hamacas, los primeros zapatos, las primeras frazadas, las primeras medicinas y los primeros voluntarios…”
A tono con tanto patriotismo y abnegaciones, exaltó a Manzanillo como un “contrafuerte de la Sierra Maestra”, valoración de mucha trascendencia para el reconocimiento público y la reconstrucción de la historia nacional.
Luego, sobre las 2:00 de la madrugada, estuvo en la casa de uno de los comisionados municipal, Víctor Boronat Medina, padre del capitán del Ejército Rebelde Víctor Boronat Muñoz. Allí Fidel siguió conversando sobre los necesarios cambios en Manzanillo casi hasta el amanecer.
EXTENSIÓN DE LA OBRA REVOLUCIONARIA
En la tarde de ese miércoles, Fidel descendió del helicóptero en la ciudad de Bayamo. Caminó hasta la plaza de la Revolución, seguido por la multitud. Realizó varios comentarios sobre el patriotismo y la alta cuota de sacrificio de los bayameses en la guerra de liberación. Acerca de la contribución de los revolucionarios bayameses a la guerra de liberación explicó: “Muchos de los primeros incorporados a nuestra guerrilla en la Sierra Maestra fueron de aquí de Bayamo y de aquí, de Bayamo, partió el capitán Lara a combatir al enemigo en estos impresionantes llanos”.
Luego se dirigió al cercano Círculo Bayamo, donde sostuvo un encuentro con maestros, enfermeras y comadronas, entre otros sectores. Alentaba a que todo el mundo aprendiera a leer y a escribir, y la necesidad de ayudar al campesinado a superar sus atrasos en todos los órdenes.
También, manifestó que había que luchar contra la rutina, contra el afán de dejar las cosas como estaban bajo la dictadura batistiana. Manifestó que haría una nueva depuración de arribistas y oportunistas a los puestos del Gobierno revolucionario y que se penaría severamente cualquier manifestación de inmoralidad administrativa.
Entre los maestros constituyó la Comisión técnica de ayuda al campesinado, dirigida en Oriente por Enzo Infante Uribazo y, en Bayamo, por Mercedes Cossío Montejo.
En este encuentro, trazó algunas tareas: en la Ciudad Monumento, abrir nuevas escuelas y construir un nuevo hospital clínico-quirúrgico; en el poblado de Santa Rita, arreglar sus calles; en Charco Redondo, instalar una casa de socorro y, en Veguitas, construir centros escolares.
LA PRIMERA COOPERATIVA DE PRODUCCIÓN EN CUBA
Todavía esa tarde del 4 de febrero, Fidel puso en marcha los planes de nacionalizar algunas empresas agrarias, de antiguos millonarios batistianos, y crear cooperativas de producción y consumo para la rehabilitación económica del sufrido campesinado.
La primera asociación de nuevo tipo llevó el nombre de José Martí, en el barrio de Yara. Fue creada en la antigua finca Tres Ríos, en la zona de Yara Arriba, propiedad del exsenador de la tiranía Guillermo Aguilera, la cual tenía una extensión de 180 caballerías de tierras, dedicadas al cultivo del arroz.
Para forjar esta cooperativa visitó el lugar en varias ocasiones, con una significativa peculiaridad: desde el 16 de febrero Fidel se despeñaba como primer ministro del Gobierno revolucionario y contaba con un crédito extraordinario de más de dos millones de pesos para realizar cambios en la infraestructura económica y social del país.
El periódico Revolución, La Habana, en su edición del 26 de febrero de 1959, informaba que durante una visita a Yara Arriba, donde se había intervenido la arrocera de Aguilera, Fidel llegó con su característico apresuramiento por conocer todos y cada uno de los problemas que afectaban a los ciudadanos en cada zona.
Entre sus acciones, peguntaba sobre los precios de los productos de primera necesidad y las mejoras que podían realizarse. A la vez, suplicaba que en la tienda no fueran a poner precios abusivos, no acordes al salario de los trabajadores. Además, pidió que las tiendas estuvieran surtidas ampliamente con ropas, zapatos y todo cuanto necesitaran en el batey.
El 27 de febrero, estuvieron en el acto oficial de constitución junto a Fidel Castro los comandantes del Ejército Rebelde René Vallejo, Crescencio Pérez y Eduardo Sardiñas Labrada (Lalo), el capitán Juan Machado, Celia Sánchez y Diógenes Villegas. Los planes del Líder revolucionario contemplaban la construcción de una escuela, un campo deportivo, piscina, huerto y parque. En Yara no existían grandes empresas, supermercados ni almacenes, por ser una zona dedicada al cultivo de la caña, arroz y en menor escala a la ganadería.
Esta medida favoreció a 300 campesinos y funcionó en lo adelante bajo la administración general de Antonio Moreno, miembro del Movimiento 26 de Julio y persona de confianza de Fidel.
El proyecto de las cooperativas siguió con las creadas en Dos Ríos, en el municipio de Jiguaní, para la siembra de arroz y algodón, y las de Las Coloradas, Ojo de Agua y Belic, en Niquero, dedicadas a la caña y a la obtención de carbón vegetal. Asimismo, Fidel fundó la cooperativa pesquera de Manzanillo, integrada por 600 trabajadores y 100 embarcaciones.
Estas nuevas asociaciones voluntarias recibieron amplios créditos para sus funciones. Además, en Manzanillo dejó recursos para obras de beneficio social, entre ellas, una fábrica de hielo, una pesquería modernizada, 400 casa de viviendas y un centro escolar.
Durante el periplo, en Bayamo, intervino la finca ganadera de los hermanos Infante Maldonado y creó una cooperativa ganadera. Esta propiedad estaba formada las fincas El Cercado, Altagracia y Pozo Cuadrado, en la zona limítrofe con Cauto Cristo. El interventor fue el trabajador agrícola Ramón Martínez y la cooperativa llevó el nombre del revolucionario manzanillero y mártir del Granma Jimmy Hirtzel.
FUENTES: Eugenio Suárez Pérez y Acela A. Caner Román: Fidel: en el Año de la Liberación (2006); Ludín Fonseca García: Fidel Castro Ruz: Itinerarios por la provincia Granma (2006); Colectivo de autores: Fidel entre nosotros. Testimonios de la presencia del Máximo Líder de la Revolución en Granma (2007).