La fiesta terminó pasadas las 2:00 de la mañana y nos sentamos en el parque a conversar un rato, entonces me fijé en él. Reposado a unos pocos bancos de mi “piquete”, perdía la vista en un inexistente horizonte, mientras el cabo de un cigarro le quemaba los dedos.
En un ciclo sin fin, murmuraba frases, para luego reírse como desesperado, hasta quedar totalmente en silencio. De repente, un grito sobresaltó a todos: ¡paren un carro o llamen a una ambulancia! Tenía no más de 16 años.
El aumento del consumo de drogas es alarmante en todo el país y es mucho más preocupante que sean adolescentes y jóvenes quienes protagonicen historias lamentables como esta.
-¿Qué son las drogas y qué afectan?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que las drogas son aquellas sustancias que al introducirse en el organismo pueden modificar una o más de sus funciones y generan dependencia; es decir, que después de cierto tiempo de consumirlas, el cuerpo las necesita para sentirse bien.
Se dividen en legales e ilegales, las primeras son el alcohol, el tabaco y algunos medicamentos; en las segundas existen diversas clasificaciones. Tienen efectos diferentes, pero todas afectan el cerebro.
“Una vez que se entra a este mundo es difícil salir, la adición es una esclavitud. La droga daña la inteligencia de un individuo, produce conductas violentas, hace que las personas pierdan el control, provoca alteración de la conciencia, alucinaciones y trastornos”, aseguró Raida Rodríguez Rodríguez, especialista de Segundo Grado en Psiquiatría del Hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, en comparecencia en CNC TV.
“Cuando las tabletas las toman en exceso y sin prescripción médica, pasan a considerarse drogas, son los llamados tres con uno o tres con dos. Otro narcótico que se consume con mucha frecuencia, aparte de la marihuana, es el llamado químico y el papelito, que no es más que el LSD”, explicó Rodríguez Rodríguez.
Según lo Organización Panamericana de la Salud, cada año mueren más de tres millones de personas debido al uso de drogas.
ESFUERZO EN CONJUNTO
Tolerancia cero es una máxima cubana para el consumo y el tráfico de drogas. Desde al 17 hasta el 24 de marzo en Granma, como en toda Cuba, se realiza un ejercicio de enfrentamiento a dicho flagelo.
“Uno de los principales eslabones del ejercicio es la amplia cooperación entre los sectores estatales, instituciones y organismos, bajo esta rige el principio de responsabilidad compartida, en la que todos asumimos un rol en la batalla contra las drogas”, aseguró Alina Medina Friman, jefa de la Fiscalía provincial.
“Durante esta semana, se efectúan debates, encuentros, conversatorios con los jóvenes, visitas a centros educacionales, comunidades y barrios vulnerables, y juicios ejemplares”, expuso Medina Friman.
A menudo, se reclama que las instituciones públicas “hagan algo” para prevenir las drogodependencias. Estas instituciones tienen un papel indudable en la prevención, y se debe exigir que lo cumplan, pero su actuación debe estar unida a otras responsabilidades. El papel que corresponde a padres y madres es fundamental.
“Nuestro objetivo esencial es preparar a la familia para afrontar esta etapa de la adolescencia, en la que despunta el consumo, desde las escuelas de educación familiar. Tenemos, además, 17 departamentos de Salud mental en la provincia, que cuentan con psicólogos, psiquiatras infantiles y de adultos, enfermeras, todo un equipo de trabajo especializado para prevenir y enfrentar este flagelo,” declaró la licenciada Yelena Arcaya Arzuaga, jefa provincial del Programa de Salud mental y adición en Granma.
El establecimiento y cumplimiento de normas y límites en el contexto familiar supone uno de los factores de protección más significativos para reducir la probabilidad de conductas de riesgo.
LAS CONSECUENCIAS LEGALES
Cuba cuenta con un marco normativo para prevenir todos los hechos asociados a las drogas, según establece el artículo 156 de la Constitución de la República de Cuba. La Fiscalía General de la República es el órgano del Estado que tiene la misión primordial de controlar y direccionar la investigación penal, ejercitar la acción penal pública en representación del Estado, pero también debe velar por el estricto cumplimiento de la Constitución, las leyes y demás disposiciones.
Es la Fiscalía el único órgano diseñado en el país para garantizar, de conjunto con el Ministerio del Interior y, por supuesto, los tribunales, que son los que disponen las sanciones, la evaluación y el enfrentamiento a hechos penales o conductas vinculadas a las drogas.
“El Código Penal aprobado en 2022, establece que la producción, elaboración, transportación, el tráfico, la introducción o extracción del territorio nacional de drogas ilícitas o sustancias de efectos similares, la posesión de parafernalias e incluso tenencia de sustancias precursoras, las sanciones oscilan desde los seis meses hasta los 30 años, privación perpetua de libertad o muerte,” declaró la fiscal Alina Medina Friman.
Proteger nuestra sociedad de amenazas como el consumo de estupefacientes, es una labor que nos compete a todos por igual, y prevenir su uso, rechazarlo y denunciarlo, son acciones cotidianas que nos permitirán tener una provincia libre del consumo de drogas y una juventud más saludable.