
En las primeras horas del 29 de marzo de 2002, los campechueleros vivieron emociones nuevas y trascendentales. El Máximo Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, inauguró, en El Puntico Dos, y para toda Cuba, el programa nacional de Salas de Televisión, en comunidades no electrificadas, abarcadora propuesta no sólo dirigida a la información y el entretenimiento, sino a sembrar esperanzas para las generaciones del mañana.
“Fue un día significativo, muy grande para nosotros; el barrio entero se conmocionó al verlo aquí”, manifiesta con orgullo Félix Ángel Zambrano López, quien dirigía entonces la sala de TV Puntico Uno.
“Se nos comunicó de su visita tres días antes, por lo que para el 29 la comunidad vestía sus mejores galas. Todos los directores de las 49 salas creadas en el municipio, desde el 2001, estábamos agrupados dentro de la instalación; cuando llegó Fidel no sentía ni los pies”.
UN SUEÑO CUMPLIDO
“Oí que dijo entusiasmado: ‘¡Qué obra más maravillosa han hecho aquí!¡’ Yo trataba por todos los medios de mirarlo de frente. Él palpaba la instalación con la vista.
“Es indudable -manifestó- que a partir de ahora mejorará el nivel de vida, la recreación y la disminución del alcoholismo, tabaquismo y la transmisión de enfermedades sexuales en la zona… y al referirse a las normas de esas instalaciones sentenció: ‘Donde no se fuma, no se toma y se asiste correctamente vestido’.
“Tuve la oportunidad de abrazarlo en nombre de todos los trabajadores de las Salas de TV. Fue mi sueño cumplido.
“Nuestro Comandante se sentó, en esa ocasión, en siete sillas, para apreciar desde dónde se veía mejor: ‘Hay que levantarlo’, dijo, mientras se vivía la odisea de alzarlo y correrlo hasta ajustar altura. Se preocupó por todos los detalles de la sala.
“Asumí la responsabilidad de hablar en el acto, algo que recuerdo con mucha emoción, pues estas son oportunidades únicas, y más, cuando al terminar el discurso el Comandante se me acerca, me golpea la espalda y me dice sonriente: ‘¿Viste, que no me olvidé de ti?’, refiriéndose a que me mencionó durante su oratoria.
“Fidel siempre fue un motivador”, asegura Zambrano López, quien, 23 años después de tan histórico hecho preside, desde hace seis, el consejo popular de San Ramón, y mantiene claro que hay que trabajar más la historia del municipio.
SOLO CON PATRIA…
Las Salas de TV surgen en el 2001 (31 de junio) como microclubes de videos, en su primera etapa, con gran impacto en la sociedad, pues, después de las escuelas, eran las de mayor trascendencia social.
Tras su fomento y consolidación con un servicio integral, cuya premisa es facilitar información, recreación y educación para la salud, viene la segunda etapa, a partir del Puntico Dos, con la inauguración del programa nacional de Salas de TV por Fidel Castro Ruz, aquella mañana del 29 de marzo del 2002.
A partir de entonces, estas instalaciones se imbrican al entorno con objetivos y acciones más abarcadores, que van desde promover el análisis de videos educativos, hasta propiciar actividades culturales de investigación histórica y las tradiciones de la comunidad.
Súmesele a ello el crear espacios para la recreación sana y el fomento de servicios asistenciales de rehabilitación, con la realización de actividades de tipo curativa, educativa y preventiva.
UN PROGRAMA QUE TOCÓ EL CORAZÓN
“Es tremendo el impacto de estas instalaciones en la vida de los pobladores de las 45 comunidades beneficiadas con tan noble idea, 23 de estas dentro del Plan Turquino, y que tocó el corazón de más de 175 mil personas”, asegura Juan Amado Fuentes Díaz, director del programa de Salas de Televisión en Campechuela.
Estas cuentan con cuatro o más trabajadores, en dependencia de la cantidad de pobladores en la comunidad donde radican. Su integralidad les abre puertas a casi todo lo que ocurre en su enclave y en la vida de los habitantes.
Se vinculan a las campañas cafetaleras, azucareras y a los programas de la Soberanía Alimentaria con el slogan Mi sala produce.
“Tenemos el apoyo o convenios de trabajo con Deportes, Cultura, Salud Pública, Educación, Fiscalía, Tribunal municipal y organismos y organizaciones de masas. Nuestro talón de Aquiles, en estos momentos, radica en la pobre vinculación con la base, por las dificultades para trasladarnos hacia esos enclaves, así como la necesidad de un personal idóneo y creativo”, asevera Fuentes Díaz.
“No obstante -puntualiza- se crean cursos de capacitación y se buscan los más capaces, a la vez que se trabaja en el cumplimiento de los objetivos, tan así es que este año nos situamos en la lista de Destacados provinciales, junto a Jiguaní, Guisa y Bartolomé Masó”.
Para Fuentes Díaz es primordial fortalecer el legado de Fidel, mantener su vitalidad por encima de las dificultades actuales.
UN ACTO QUE RECLAMA MAGNIFICENCIA
Cada año, el 29 de marzo se convierte en una fecha que no puede pasar por alto para los campechueleros. No es cuestión de celebrar aniversarios cerrados, pues su connotación es de todos los días. En la comunidad de El Puntico, a menos de 10 kilómetros de la cabecera municipal estuvo el Máximo Líder de la Revolución cubana: Fidel Castro Ruz.
Ese día, y allí, quedó escrita una página más de historia para Campechuela, Granma y el país. Se inauguró el programa nacional de Salas de TV.
Yudelkis Aguilar Escalona, actual coordinadora general del Puntico Dos, está consciente de que estas instalaciones son perennes defensoras de nuestras conquistas y banderas desplegadas para que el día a día se perfume con su accionar.
“Fidel y su legado están en estas salas de televisión, y no podemos olvidarnos de ello”, asegura la joven directiva.
LO MÁS GRANDE DE MI VIDA
Mislena Escalona Zamora aún recuerda a Fidel Castro Ruz, cuando inauguró en El Puntico el programa nacional de Salas de TV.
“Ha sido lo más grande de mi vida, verlo allí, tan cerca”, dice, y las palabras están cargadas de la emoción que todavía la hacen temblar al mencionarlo.
“Aún me pregunto cómo llegué hasta participar en el acto, hablé en nombre de la comunidad, de las mujeres, y esa oportunidad me abrió el camino para madurar y enseñar a la vez, pues a mis hijos les he transmitido esa experiencia.
“Estaba tan impresionada con su presencia, que al leer mi texto tuve imprecisiones, pero me repuse y terminé. Fue inolvidable. Me parece que lo estoy mirando ahora, con su uniforme verde olivo, su barba, piel suave de niño… me emociono de solo pensarlo, porque Fidel es nuestro para siempre”.
UNA FELICITACIÓN QUE COMPROMETE
En la celebración este año del aniversario 23 de la inauguración del programa nacional de Salas de TV, desde El Puntico Dos, se hizo pública, vía teléfono, la felicitación por la efeméride, transmitida por Elsa Agüero, quien fuera funcionaria del Comité Central del Partido a cargo de ese proyecto.
La felicitación la hizo a nombre propio y de Rolando Alfonso Borges, entonces miembro del Comité Central del Partido y jefe del Departamento Ideológico a esa instancia, fundador, junto a Fidel, del Programa de salas de televisión.
Quien ahora se desempeña en el Instituto de Información y Comunicación Social, exhortó a los presentes a mantener y defender esta idea, por encima de las carencias materiales actuales, y precisó en su mensaje darle continuidad a los objetivos por las que fueron creadas.
Lulubel Infante Girón, directora de este programa en Granma, agradeció las palabras de Elsa y aseguró que esa felicitación compromete, patentizando la determinación de los trabajadores de estas instalaciones de seguir adelante en la defensa del legado de Fidel.