Rubén Aldama Argüelles, joven de procedencia humilde, hijo de Francisco Aldama Sotomayor, hombre trabajador y enérgico y de Laura Argüelles mujer bondadosa, dulce y noble, es asesinado el 15 de mayo de1956, hace 69 años.
Cursa Rubén sus primeros estudios en su pueblo natal, lo caracteriza su honradez, la disciplina y el patriotismo.
Con solo 13 años de edad protesta contra el gobierno de Gerardo Machado exhortando a sus compañeros a luchar contra el tirano que asfixiaba al pueblo cubano.
En 1934 se mudó para La Habana y conoce al joven revolucionario Antonio Guiteras, con quien forja una entrañable amistad. Guiteras le enseña el sagrado deber de vivir por la Patria y conquistar la libertad.
Como obrero tranviario primero y después de los autobuses, se enfrentó a la política sucia del mujalismo y sufrió agresión física.
«Los hombres que se venden merecen la muerte»… así manifestó cuando los bandidos que respondían a los intereses del corrupto y vendido líder cubano Eusebio Mujal, trataron de intimidarlo para que abandonara las justas demandas que reclamaban sus compañeros de trabajo.
Una golpiza fue la contestación de los mujalistas a su negativa. Su respuesta, comenzar a movilizar las masas sindicales y a fundar junto a José Antonio Echeverría el Directorio Revolucionario.
La policía, lo detiene, lo golpea, lo persigue, pero nada hizo que de su boca saliera palabra alguna que lo hiciera desistir de su firme propósito de luchar por la libertad de Cuba.
Cuentan sus compañeros que fue detenido por el sicario Esteban Ventura Novo lo amenazó con matarlo y con su firmeza expresó: «Si, yo sé que a lo largo me matarás y matarás centenares más, pero de algo puedes estar seguro: ganaremos la batalla».
Finalmente el 15 de mayo de 1956 invadieron su casa Ventura y Carratara, donde fue detenido. Lo acusaron por conspirar contra el tirano Fulgencio Batista. No fue llevado a juicio. Simplemente desapareció.