La siembra y el laboreo con buey, el cultivo manual, el aprovechamiento de la jornada laboral y mejoras en la atención al hombre, figuran entre las acciones emprendidas en Bartolomé Masó para reactivar la producción cañero-azucarera.

Estas acciones, contenidas en un paquete de 93 medidas implementadas por la máxima dirección del país, están encaminadas a preservar un sector que constituye el embrión de la vida social y económica de este territorio.

A estas providencias se suma el control estricto de cada recurso, la explotación de todo terreno cultivable y el incremento de la producción de semillas, sin las cuales es imposible avanzar en la ampliación de nuevos frentes cañeros, precisó el Ingeniero Jorge Antonio Milanés Núñez, director de caña de la Empresa Agroindustrial Bartolomé Masó Márquez.

“Este es un territorio donde la mayoría de los cañaverales se encuentran en condición de secano, por lo que el aprovechamiento de la actual humedad de los campos constituye una oportunidad imperiosa para impulsar la siembra de la gramínea y con ello aspirar al añorado desarrollo cañero”.

“De ahí la intensidad con que se trabaja por estos días en el incremento de las siembras de primavera con las cuales se garantizarían mayores volúmenes de materia prima para esta u otra industria que designe la máxima dirección del sector en la provincia”.

Tales acciones no serán del todo suficientes si no se trabaja aparejado por asegurar la calidad de estas plantaciones y luego mantener la vitalidad de las mismas. Un aspecto que en Bartolomé Masó define, si tenemos en cuenta que después de una exitosa siembra, las malas hierbas o las plantas leñosas como el soplillo, se han adueñado de varios cañaverales aquí.

La revitalización de la principal industria masoense parte del imperativo de elevar los rendimientos en el surco, para lo cual habrá que poner mayor seriedad y empeño en cada labor dentro y fuera de los campos.