Aunque parezca increíble desde 1996 Jiguaní -entonces plata- no pelea por el título en una serie provincial de béisbol. De modo que generaciones enteras de ese territorio, otrora potencia en la pelota, no vivieron las hermosas experiencias de sus antecesores, capaces de abarrotar estadios y -lo mejor- de ganar nueve títulos de Granma.
Esos 29 años sin llegar a play off y 32 sin ganar un título -el último fue en 1993- hablan de la decadencia de una de las selecciones insignias de la provincia, que a menudo terminaron con más juegos perdidos que victorias y con la sensación de que aquellos tiempos dorados no se repetirían.
Sin embargo, en esta 48 Serie Provincial, Jiguaní ha sorprendido a muchos. Sin la constelación de estrellas del pasado, ese conjunto tiene ahora mismo ocho victorias y cuatro derrotas y a falta de cuatro partidos tiene opciones reales de llegar a la postemporada, teniendo en cuenta que clasifican tres de manera directa (los líderes de cada zona) y el mejor segundo puesto entre los restantes equipos.
Si ahora mismo terminara el torneo los Ganaderos clasificarían con esa condición pues, ubicados después de Bayamo (6-1), tienen mejor balance que los otros dos segundos lugares: Niquero y Yara, ambos con 5-4.
Sus últimas victorias a mediado de semana 4-0 y 6-0 contra Guisa prueban que su pitcheo, encabezado por el zurdo Manuel Frómeta, ha mejorado respecto a otros torneos. Por cierto, el lanzador mencionado propinó nada menos que 14 ponches, para provocar el delirio de los presentes en el estadio Ramón Gómez, que ha vuelto a llenarse casi como antaño.
Los cuatro juegos restantes de Jiguaní serán contra Bayamo (dos mañana como visitador y dos como home club el próximo miércoles), elenco que ha sido su bestia negra de las series más recientes, con varias barridas incluidas.
No obstante, este año los del territorio más al este, dirigidos por Félix Benavides, parecen decididos a cambiar la historia más reciente.
Sería excelente que ese pelotero y el integrante del cuerpo técnico Ibrahín Fuentes vuelvan a vivir, ahora desde el banco, las emociones de aquellos play off que sacudían a Jiguaní y a toda la provincia.
¿Podrán lograrlo? ¿Tendrán la dinamita suficiente para vencer o al menos empatar el muro que ha significado Bayamo? ¿Dependerán de otros para clasificar?
Dentro de poco tiempo sabremos. Entonces escribiremos.