El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo una conversación telefónica con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en respuesta a las recientes medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos contra ambos países.
La administración Trump elevó los aranceles hasta un 50 % para productos brasileños, mientras que India enfrentará un incremento adicional del 25 %, como represalia por la compra de petróleo ruso.
Durante el diálogo, Lula y Modi abordaron el panorama económico internacional y subrayaron la necesidad de fortalecer el multilateralismo en un contexto marcado por decisiones unilaterales que afectan el comercio global.
Ambos líderes reafirmaron su voluntad de avanzar en la integración bilateral y reiteraron el objetivo de elevar el comercio entre sus países a más de 20.000 millones de dólares para el año 2030.
Según una nota oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, hasta el momento, Brasil e India son los países más afectados por la nueva política arancelaria de Washington.
Como parte de los compromisos asumidos, se confirmó la visita oficial del presidente Lula a la India a inicios de 2026. Por su parte, el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, viajará en octubre para participar en la reunión del Mecanismo de Monitoreo del Comercio entre el MERCOSUR y la India.
Ambos gobiernos también discutieron la expansión del acuerdo comercial entre el MERCOSUR e India y compartieron información sobre sus plataformas de pago digital —el sistema brasileño PIX y la Interfaz de Pagos Unificada (UPI) de la India— con el fin de mejorar la cooperación tecnológica y financiera.
Lula manifestó además su intención de coordinar una respuesta conjunta con sus pares del bloque BRICS, especialmente con Xi Jinping, presidente de China. El mandatario brasileño destacó la necesidad de analizar en conjunto las consecuencias del aumento de tarifas y promover una postura común que refleje la cooperación Sur-Sur.
“No tengo intención de hablar directamente con Trump sobre esto”, declaró Lula ante la prensa. «Cuando mi intuición me diga que está dispuesto a conversar, no dudaré en llamarlo. Pero hoy, no lo está. Y no voy a humillarme”.