En los primeros días del mes de Julio de 1955, Fidel llega a México con vistas a preparar la guerra necesaria que era la única solución que daría al traste con la situación que enfrentaba Cuba.
Una vez en tierra azteca escribe a sus compañeros en Cuba para indicarle como debían actuar.
En una de sus cartas les expresaba: El domingo a más tardar (…) una persona de confianza les entregara el primer Manifiesto al pueblo. Tire, por lo menos, cincuenta mil ejemplares (…) Es necesario que este en circulación a partir del 16 de agosto, para el cuarto aniversario de la muerte de Chibás: en el cementerio se podrán distribuir varios miles (…)
Fidel Castro, a nombre del Movimiento 26 de julio, el 8 de agosto de 1955, hace 70 años daba a conocer el Manifiesto nro. 1 al Pueblo de Cuba, convocando a luchar contra la dictadura de Fulgencio Batista y documento que exponía el Programa de la Revolución sintetizado en 15 puntos; a la vez, que realizaba un llamado a la reflexión y a la conciencia del pueblo.
Fidel utiliza desde las primeras líneas del Manifiesto un lenguaje directo, sin miedo, ni cobardías, y expresa…« (…) no vacilo en asumir la responsabilidad que implica calzar con nuestra firma estas proclamas que serán una constante arenga al pueblo, un llamado sin ambages a la revolución, y un ataque frontal a la camarilla de criminales que pisotea el honor de la nación y rige sus destinos a contrapelo de su historia y de la voluntad soberana del pueblo».
Fidel también denunció a los politiqueros que aspiraban a solucionar los problemas de Cuba por medio de elecciones tradicionales y apuntaba: “a los que hablan de elecciones generales les preguntamos: ¿Elecciones con Batista o sin Batista? Con Batista fueron elecciones generales del primero de noviembre, las más escandalosas, y fraudulentas que recuerda nuestra vida republicana, mancha imborrable de nuestra tradición democrática, que nos retrogradó a etapas que parecían ya superadas para siempre (…)
La paz que quiere Batista es la paz que quería España; la paz que queremos nosotros, es la paz que quería Martí (…)
En el Manifiesto No.1 también se resumían las características fundamentales del Movimiento 26 de julio y su programa político. Así plasmó:
… «El 26 de Julio se integra sin odios contra nadie. No es un partido político, sino un movimiento revolucionario; sus filas estarán abiertas para todos los cubanos que sinceramente deseen restablecer en Cuba la democracia política e implantar la justicia social. Su dirección es colegiada y secreta, integrada por hombres nuevos y de recia voluntad que no tienen complicidad con el pasado; su estructura es funcional; en sus grupos de combate, en sus cuadros juveniles, en sus células secretas obreras, en su organización femenina, en sus secciones económicas y en su aparato distribuidor de propaganda clandestina por todo el país, podrán enrolarse jóvenes y viejos, hombres y mujeres, obreros y campesinos, estudiantes y profesionales».
El Manifiesto No.1 del 26 de julio al pueblo de Cuba expresaba la convicción de que la lucha armada era el camino que quedaba para el logro de la liberación definitiva, reafirmando la fe y la confianza en el pueblo.
Fidel desde el exilio seguía orientando en que se debía hacer hincapié en el trabajo político y en la captación de jóvenes sobre todo obreros, y a la incorporación de la mujer a la lucha revolucionaria.
Insistía en la propaganda revolucionaria, en la recaudación de fondo para la guerra popular y la creación de nuevas células revolucionarias.
Acentuaba Fidel… Tenemos que actuar… ¡Luchemos! ¡Luchemos!
Bajo estos principios vino el yate Granma, la lucha en la Sierra Maestra, y el triunfo del Primero de enero de 1959.