
Granma, eminentemente agropecuaria, presenta una situación compleja que exige de hacer un modo diferente por el bien del desarrollo de la ganadería.
El análisis de los resultados productivos de hoy ha de partir de las causas en el decrecimiento de la masa bovina, con brechas en varios aspectos como las muertes, la baja natalidad y el hurto y sacrificio ilegal de los animales, entre otros.
Se suma el descontrol, el no conteo sistemático y veraz de las reses que le corresponde al productor y a las instancias encargadas de tan importante tarea, que de hacerse de forma correcta contribuiría a detectar a tiempo cualquier anomalía y desvíos con fines lucrativos.
El llamado de alerta implica a los propietarios del rebaño, responsabilizados con protegerlos y la adopción de medidas de cooperación efectiva del movimiento cooperativo y campesino con la Policía Nacional Revolucionaria y las empresas de cada municipio para potenciar la vigilancia colectiva.
Mientras, la masa ganadera granmense experimentó la disminución en mil 844 cabezas, de ellas mil 814 son vacas, al cierre de mayo, no obstante un discreto crecimiento, entre junio y julio, por la recuperación del indicador de la natalidad y ligero descenso en la mortalidad.
Hacerla sostenible en el tiempo y revertir la actual realidad señala a Jiguaní, Bayamo, Manzanillo, Pilón, Media Luna y Bartolomé Masó, como los territorios más críticos en esta actividad de la provincia.
Asimismo, los resultados en los niveles de producción de leche y entrega a la industria son incumplidos al 72 por ciento, con una deuda de un millón 300 mil litros, mientras se exceden en unos 800 mil litros en la venta directa en las bodegas, autorizada por el Gobierno en el caso de la normada con destino a los niños en cada municipio.
Durante los primeros siete meses de este año, 121 cooperativas y mil 097 productores incumplieron con los volúmenes de leche contratados por la industria láctea en la que están involucrados con la mayor cantidad, los municipios de Bayamo, Jiguaní, Río Cauto, Cauto Cristo y Manzanillo.
Un resquebrajamiento de la disciplina, la falta de accionar del sistema empresarial y de pago con inmediatez al productor han incidido negativamente en el desempeño del sector agropecuario con el injustificado desvío de su destino y la comercialización del alimento en los barrios a precios elevados.
Más una mejor situación presenta la entrega de la carne vacuna en este mismo periodo, al cumplirse con las 421,7 toneladas planificadas, aunque exhiben atrasos: Jiguaní, Manzanillo, Media Luna, Campechuela y Pilón.