Los días comprendidos del 13 al 16 de septiembre de 1895, hace 130 años se convoca en Jimaguayú, Camagüey la celebración de una asamblea presidida por José Martí con el propósito de lograr la unión de las fuerzas revolucionarias para evitar las discordias surgidas en la guerra de los Diez Años.
Fue el Generalísimo Máximo Gómez quien escogió el lugar, donde en 1873 había caído en combate por la libertad, el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz.
Se crea una Constitución similar a la de Guáimaro y en ella se elige un poder civil más reducido y práctico formado por un Consejo de Gobierno que estaba compuesto por Salvador Cisneros Betancourt, como presidente, Bartolomé Masó Márquez, vicepresidente y como secretarios Carlos Roloff, Severo Pina Estrada, Santiago García Cañizares y Rafael Portuondo Tamayo.
Este gobierno civil tenía atribuciones sobre los asuntos políticos y económicos pero con facultades limitadas sobre lo militar. Se planteó que tanto esta Constitución como los acuerdos de esta asamblea tendrían vigencia sólo por dos años cuando se convocaría otra asamblea.
Quedaba además ratificado como General en Jefe, Máximo Gómez, y como su Lugarteniente General, Antonio Maceo.
La última contienda bélica contra el colonialismo español por la independencia de Cuba, contó a partir de entonces con este trascendental cuerpo legal.
Todo quedó listo para que los patriotas elegidos integraran el revolucionario Parlamento en Jimaguayú, bajo la presidencia del camagüeyano Salvador Cisneros Betancourt.
La Constitución de Jimaguayú estableció, como su antecesora de Guáimaro en 1869, un gobierno centralizado de la República, pero a diferencia de ella unió en un solo cuerpo los poderes legislativo y ejecutivo.
Quedaba además ratificado como General en Jefe, Máximo Gómez, y como su Lugarteniente General, Antonio Maceo.
La Constitución de Jimaguayú cerró una brecha al choque entre civiles y militares que no pudo salvar la de Guáimaro, se logró una forma jurídica y política a la Guerra Necesaria, esto representó un paso adelante respecto a las anteriores Constituciones y demostró la voluntad de libertad del pueblo cubano.
La unificación lograda en Jimaguayú representó un paso de avance en la estructura organizativa de la guerra de 1895.