Continúa la zafra azucarera en la mira de Granma

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Por Juan Farrell Villa | 6 octubre, 2025 |
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Trabajador atento al funcionamiento de la maquinaria del central Enidio Díaz Machado FOTO/Rafael Martínez Arias

Sin perder de vista el programa  cañero azucarero continúa su evaluación, en la provincia de Granma,  cuando resulta determinante  los preparativos,  para  cumplir  con la siembra de caña en la campaña de frío, las reparaciones de la agroindustria y la producción  de alimentos agropecuarios.

El Enidio Díaz, de Ceiba Hueca, en Campechuela, debe  probar sus maquinas y equipos  en noviembre próximo,  para iniciar  la molida en la primera decena de  diciembre,  en este 2025.

Más allá de ser el primer central  que debe arrancar   en Cuba,  con la denominada zafra chica, según el cronograma, ha de  alistarse bien, con el máximo de calidad posible, enfrentado a las carencias materiales, desafío que  no ha logrado superar en las últimas campañas.

Ha de  moler  más de 225 mil toneladas de caña, las  que recibirá , también,  desde unidades productoras de  otras  cuatro empresas agroindustriales  azucareras,  con el propósito de sobrepasar las 17 mil toneladas de crudo  y así  garantizar  la canasta familiar normada y el consumo social.

Sus  trabajadores y directivos están enfocados en las reparaciones como  tarea de particular trascendencia  a cumplir, por lo que representa la producción de azúcar,   para  contribuir a  reimpulsar la economía territorial.

La zafra  ha de realizarla durante 125 días, aprovechando  el ingenio  la norma potencial al 65 por ciento con  buenos  rendimientos y eficiencia industrial.

Asimismo, es decisivo  revertir la situación actual  con la siembra de caña, notablemente  atrasada  en Granma,  al registrar entre un 30 y 33 por ciento del plan en el período, lo cual  atenta con  el programa  cañero azucarero con vista  a las futuras cosechas.

Como aspecto negativo están las deudas,  principalmente en la preparación de tierra y las atenciones culturales al cultivo, las que son  limitadas por la falta de combustible,   herbicidas, fertilizantes y de previsión en las direcciones de las bases productivas y de motivación,  en algunos colectivos.

Así la actividad  requiere de un esfuerzo sistemático  con participación popular  y el acompañamiento de entidades y organizaciones políticas y de masas,  para  hacer posible aumentar los rendimientos agrícolas  y   nuevas áreas plantadas  con el propósito de crecer en la producción de alimentos,  incluidos los que aportan los  cultivos varios.

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