
Sin perder de vista el programa cañero azucarero continúa su evaluación, en la provincia de Granma, cuando resulta determinante los preparativos, para cumplir con la siembra de caña en la campaña de frío, las reparaciones de la agroindustria y la producción de alimentos agropecuarios.
El Enidio Díaz, de Ceiba Hueca, en Campechuela, debe probar sus maquinas y equipos en noviembre próximo, para iniciar la molida en la primera decena de diciembre, en este 2025.
Más allá de ser el primer central que debe arrancar en Cuba, con la denominada zafra chica, según el cronograma, ha de alistarse bien, con el máximo de calidad posible, enfrentado a las carencias materiales, desafío que no ha logrado superar en las últimas campañas.
Ha de moler más de 225 mil toneladas de caña, las que recibirá , también, desde unidades productoras de otras cuatro empresas agroindustriales azucareras, con el propósito de sobrepasar las 17 mil toneladas de crudo y así garantizar la canasta familiar normada y el consumo social.
Sus trabajadores y directivos están enfocados en las reparaciones como tarea de particular trascendencia a cumplir, por lo que representa la producción de azúcar, para contribuir a reimpulsar la economía territorial.
La zafra ha de realizarla durante 125 días, aprovechando el ingenio la norma potencial al 65 por ciento con buenos rendimientos y eficiencia industrial.
Asimismo, es decisivo revertir la situación actual con la siembra de caña, notablemente atrasada en Granma, al registrar entre un 30 y 33 por ciento del plan en el período, lo cual atenta con el programa cañero azucarero con vista a las futuras cosechas.
Como aspecto negativo están las deudas, principalmente en la preparación de tierra y las atenciones culturales al cultivo, las que son limitadas por la falta de combustible, herbicidas, fertilizantes y de previsión en las direcciones de las bases productivas y de motivación, en algunos colectivos.
Así la actividad requiere de un esfuerzo sistemático con participación popular y el acompañamiento de entidades y organizaciones políticas y de masas, para hacer posible aumentar los rendimientos agrícolas y nuevas áreas plantadas con el propósito de crecer en la producción de alimentos, incluidos los que aportan los cultivos varios.