Taller de Transformadores de Manzanillo: recuperación que UNE (+ fotos)

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Por Denia Fleitas Rosales | 5 noviembre, 2025 |
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FOTO Denia Fleitas Rosales

“Vamos a restituir los equipos que podamos. Damos el paso al frente para la recuperación, los barrios y comunidades que necesitan la electricidad. Nosotros no podemos ir hasta esos lugares más impactados por el huracán, pero desde aquí les brindamos la solidaridad con el compromiso de trabajar las horas necesarias porque en el esfuerzo está la victoria”.

Las palabras de Norbis González Guerra, operario B del Taller de Transformadores de la ciudad de Manzanillo, se reiteran en un colectivo que conoce la magnitud de la tarea que le ocupará largas jornadas laborales como parte del proceso de recuperación tras las severas afectaciones a la red eléctrica del oriente cubano por el paso de Melissa.

En el área de desarme operarios como Norbis González Guerra determinan las piezas que se recuperan y las que son enviadas a materias primas / FOTO Denia Fleitas Rosales

Únicos en la zona oriental de Cuba en la reparación y renovación de los transformadores eléctricos, que conectados a la red de alta tensión permiten la distribución segura de la energía hacia los hogares e instituciones, laboran en el acopio de piezas y el enrollado de bobinas para responder a la demanda de la Unión Eléctrica (UNE).

La experticia del ingeniero eléctrico Ángel Rafael García Elies, es para los muchachos de la nueva fuerza un impulso a este ejercicio de alto valor para el país, pues “logramos reconstruir un transformador sin violar las etapas que corresponden, según normas; un equipo que tecnológicamente cumple con los requisitos térmicos para ser explotado en las líneas de distribución y subtransmisión.

El ingeniero eléctrico Ángel Rafael García, fundador del Taller de Transformadores de Manzanillo, es una fuente vital de experiencia y profesionalidad para el colectivo/ FOTO Denia Fleitas Rosales

“Ello nos enorgullece en tanto aportamos soluciones en el momento por el que atraviesa la economía de nuestro país. Téngase en cuenta que adquirir estos transformadores en el mercado internacional puede costar entre 1500 y dos mil dólares americanos en dependencia de su capacidad”.

El Taller, subordinado a la Empresa de fusibles y conectivos de Villa Clara, mantiene el flujo productivo. “Aunque es una acción permanente, nos preparamos previo al paso del evento hidrometeorológico con la recuperación de todas las piezas de repuesto de más de 200 transformadores quemados que teníamos en patio, destaca el ingeniero García Elies, con 38 años de consagración en la entidad.

“Ya están en almacén, junto a otros recursos como los tanques de diferentes capacidades y niveles de voltajes, las tapas, los aisladores de alta y baja tensión, para poder sustituir lo dañado y devolverles la vida útil a los que nos traigan desde las diferentes provincias afectadas”.

Sólo hasta la tarde del lunes 3 de noviembre, 339 transformadores habían sido contabilizados con daños por los embates de las aguas y el viento desde Las Tunas hasta Guantánamo, según información emitida por el ministro de Energías y Minas, Vicente de la O Levy, en sesión del Consejo de Defensa Nacional.

A escasos metros de las aguas del Golfo de Guacanayabo, en las intersecciones de la calle Rafael Oro y la Avenida Bartolomé Masó o Malecón, una tropa de 28 trabajadores,  menguada por las enfermedades epidemiológicas, duplica sus energías para responder con heroísmo al llamado del deber y la hermandad.

El proceso de rehabilitación de los transformadores atraviesa 16 etapas desde su recepción hasta que salen como productos terminados “directo al poste eléctrico”. Pruebas de laboratorio para comprobar la resistencia de aislamiento, la relación de transformación de la energía, y otros, diagnostican el daño.

Entre el 70 y 90 por ciento de las piezas y accesorios que emplean en cada dispositivo son recuperadas. “Se extraen las bobinas de alta o alambre circular, las de baja denominadas folio o pletina, el aceite dieléctrico, porque disponemos de máquinas purificadoras para el tratamiento a este recurso vital de los transformadores; los aisladores, la tornillería, el acero magnético o electrotécnico, que conforman su corazón.

“Estos, especifica Noralis Muñiz Maldonado, jefa de brigada de ensable, se combinan con materiales nuevos como el papel diamantado para el enrollado de las bobinas, el crepé para el aislamiento, el pegamento extrafuerte para las juntas, y vemos el renacimiento de un transformador en aproximadamente 14 horas”.

Noralis Muñiz destaca que cuentan con un stock de transformadores listos para el uso / FOTO Denia Fleitas Rosales

“Un horno con capacidad para 15 de estos a la vez, nos brinda la oportunidad de alistar entre 10 y 15 transformadores diarios, fundamentalmente gracias a la destreza y conocimiento técnico del colectivo, mayoritariamente joven, que permite la agilidad y eficiencia en las faenas, con los cuidados de seguridad e higiene del trabajo”, añade García Elies, fundador del Taller entre 1987 y 1990.

“La fuerza y mano de obra, el equipamiento, lo tenemos para hacer nuestro trabajo, y el abastecimiento para responder con prontitud a la demanda. También disponemos de un stock listo de transformadores de 50 y 25 kilovoltamperios (kVA) esperando para ser montados en los postes según sea necesario”, enfatiza Muñiz Maldonado, una de las dos féminas que integran esta familia electromecánica.

El armador Luis Gerardo Borrero Martínez, con 34 años en el taller, acentúa que “hemos trabajado siempre con la conciencia de que de nosotros depende que los linieros terminen sus tareas al conectarlos al poste, que los demás se alumbren y cocinen”.

No obstante a su eficiencia, esperan una brigada de apoyo procedente de sus homólogos en Villa Clara y La Habana, donde radica la Fábrica de Transformadores Taíno de la Empresa de Producciones Electromecánicas a la que pertenecen.

Hombres como Alexis Alfredo Arias Rivera,  especialista principal y jefe de laboratorio, también son imprescindibles. Su pericia y la de dos técnicos da el apto para el uso con los “exámenes de pérdidas de vacío y cortocircuito, impedancia de cortocircuito, resistencia básicas y de aislamiento, pruebas de alto potencial y voltaje inducido, de rigidez dieléctrica del aceite”.

Noralis Muñiz destaca que cuentan con un stock de transformadores listos para el uso / FOTO Denia Fleitas Rosales

Igualmente son ellos, en el Laboratorio de ensayos, quienes comprueban la calidad de los equipos y medios de protección de los linieros. “A varas pértigas de operaciones, ametralladoras, guantes dieléctricos, y todos los equipos que utilizan los linieros para cumplir las diferentes funciones en el Sistema Electroenergético Nacional, les realizamos múltiples comprobaciones para garantizar la seguridad de los trabajadores del sector, mayoritariamente de la provincia de Granma”.

“Verificamos que estén aptos para evitar que se produzcan eventos extraordinarios mientras realizan la vital faena de restablecer los sistemas y servicios eléctricos al pueblo”.

Con un alto sentido de pertenencia y equipamiento antiguo, rescatado por las manos y el ingenio de los innovadores, el colectivo del Taller de Transformadores de Manzanillo da el paso al frente para restituir lo que Melissa destruyó.

Afirma el ingeniero Ángel García, “fueron educados bajo ese principio, en situaciones excepcionales como esta, demuestran el estratégico valor de nuestro desempeño y la voluntad de recuperación que nos une”.

 

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