Desafíos (+ fotos)

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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 8 noviembre, 2025 |
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FOTO Marlon García Zayas

El huracán Melissa llegó a Granma con la fuerza de un vendaval. Los pronósticos meteorológicos alertaban al Oriente cubano para enfrentar el embate, cuyas ráfagas posteriores parecían competir con el rugido de un mar enfurecido.

La falta de fluido eléctrico tornaba más tenso el ambiente, pero no impidió que personas aturdidas, se apresuraban por llevar a cabo las recomendaciones de las autoridades: asegurar techos, resguardar objetos y, sobre todo, buscar refugio en lugares seguros.

Las calles y los campos, que en otro momento estarían llenas de vida, se convirtieron en desiertos. El agua inundó buena parte de la ruralidad granmense, arterias principales de algunos territorios, arrasó sembrados, afecto sitiales históricos… Parecía borrar las huellas de la civilización granmense.

Los ríos desbordaron sus orillas, y los vecinos se unieron en una lucha épica y solidaria contra la naturaleza, para contener a la furia huracanada. El dantesco espectáculo de luces, sombras y plegarias se apoderó de la madrugada ,mientras en los refugios los no faltaron trágicas historias.

Olga Cristina Perdomo Soto, residente en el Consejo Popular Molino Rojo, Bayamo. 

FOTO Luis Carlos Frómeta

“Melissa venía arrasando con todo a su paso. La tierra que una vez fue nuestro hogar, ahora se transformaba en un caos y las nubes oscuras que cubrían el cielo, presagiaban un terrible final.

“Con el corazón aoretado y el miedo latente, tomamos la dolorosa decisión de abandonar la vivienda, ese refugio que nos  protegió durante tantos años.

“Ya no había vecinos alrededor, ocho reses escaparon de la corraleta y las gallinas se las llevó el viento. Mi hijo, se lanzó luego a la búsqueda de aquellas criaturas, sin resultado alguno.

“La llegada a la Escuela de arte resultó un faro de esperanza y trato  excepcional, la solidaridad brotó como si fuera la única medicina para aliviarnos y recuperar recuperaron la sonrisa de los niños”.

Tania Luisa LLanes Diéguez, directora de la Escuela Profesional de Arte Manuel Muñoz Cedeño 

FOTO Luis Carlos Frómeta

“Ha sido impactante recibir a tantas personas que lo han perdido todo. Es innegable el profundo dolor vivido durante estos días trágicos.

“El primer grupo recibido por nuestra institución estuvo compuesto por 122 personas provenientes de las comunidades Molino Rojo, El Mijial y Jíbaro. Entre ellos personas vulnerables: embarazadas, niños pequeños y recién nacidos, con un nivel de desesperación increíble.

“El lunes 3 de noviembre, recibimos a dos grupos adicionales, uno conformado por 36 personas y otro por 62, quienes proceden de las comunidades Río Cauto y Cauto Embarcadero.

“Nuestra infraestructura está diseñada para brindar apoyo integral: suministro de agua segura las 24 horas, alimentación, servicios permanentes de enfermería, atención médica y personal docente y administrativo dedicado a garantizar el bienestar social.

“También contamos con la colaboración de agentes del orden público, trabajadores sociales, una avanzada de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y diversas brigadas artísticas, para hacer la vida más placentera.

“Durante este período de contingencia, los docentes se mantuvieron activos, coordinando donaciones para la institución, con el apoyo de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en las comunidades donde residen, de manera que la solidaridad y el compromiso colectivo complementaron la ayudar a quienes más lo necesitan.

“Muchos ya regresaron a sus hogares, aún quedan otros que pronto también lo harán”.

Daniel Javier Ortiz Leyva, subdirector provincial de cultura en Granma.

FOTO Luis Carlos Frómeta

“No hubo que convocar a los artistas, inmediatamente muchos reportaron su disposición a llevar su arte a donde hiciera falta. Mediante la estrecha relación mantenida con ellos y cumplimentando indicaciones del Consejo de Defensa provincial, conformamos  76 brigadas artísticas.

“Municipios como Manzanillo, Río Cauto, Bayamo, desde el primer momento atendieron diferentes Centros de evacuación y comunidades afectadas, otros mostraron la disposición de cooperar con sus Brigadas artísticas, entre ellos Media Luna, Campechuela…

“Meritorio resultó el apoyo artístico del Consejo provincial de las Artes Escénicas, la Empresa comercializadora de la música y los espectáculos Sindo Garay, la Brigada de instructores de Arte José Martí, quienes aportaron talentos a los centros habilitados en Bayamo.

“Destacan entre las más sólidas expresiones: La Guerrilla de teatreros, el proyecto Palante, del Teniente Rey, el Tarequeando, El Ruiseñor, Ary Rodríguez, representante de la Uneac, que permaneció activa durante los primeros días, acciones que no pudo concluir al contraer el virus que hoy afecta a buena parte de nuestro país.

“La programación cultural estuvo presente en : la Escuela profesional de arte Manuel Muñoz Cedeño, en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Silberto Álvarez Aroche , en La Escuela de Profesores de Educación Física Simón Bolívar, en Campus II, de la Universidad de Granma…

“En todos los casos reforzando, cada día, las presentaciones intencionadas, en las que estuvieron presentes talleres de creación y apreciación. protagonizados por instructores y artistas del territorio, quienes asumieron, además, la higienización en diversas instituciones culturales afectadas.

“Simultáneamente, el director provincial de Cultura, Yordan Roberto León Rodríguez  y otros compañeros atendieron, de manera directa. los centros radicados en Las Tunas, para evacuados granmenses, apoyados por sus homólogos anfitriones .

“Han sido experiencias muy bonitas, gratificantes, sobre todo las realizadas con niños y adultos mayores, constatamos el alto nivel de sensibilidad, compromiso y acompañamiento”.

Ramiro Borrero Pérez, profesor de Geografía y Matemática. 

FOTO Luis Carlos Frómeta

“Imparto asignaturas a dos grupos de estudiantes de música y a un grupo de danza. Debido a la situación climática, decidí dejar de lado la pizarra y los textos para asumir diversas tareas, más  allá de mi labor pedagógica.

“Escribí poemas; muchos de ellos declamados ante la presencia nostálgica de algunos evacuados. Mi intención siempre fue elevar la autoestima y la espiritualidad, en estos momentos difíciles que todos enfrentamos.

“Siento una profunda satisfacción al expresar mi modesto arte, que representa un pequeño grano de arena para mitigar el sufrimiento que hoy afecta a muchos de nuestros coterráneos”.

Benedicta Estrada Benítez, secretaria del Buró sindical de plantel estudiantil.

FOTO Luis Carlos Frómeta

“Desde el primer instante en que se desencadenó Melissa, movilizamos a nuestra fuerza laboral con urgencia. Cada trabajador comprendió que esta no era solo una tarea más, sino un nuevo deber que debíamos asumir.

“La experiencia adquirida en años anteriores, se convirtió en nuestro bastión; con el viento azotando a nuestro alrededor y las lluvias torrenciales inundando las calles, nuestro colectivo laboral formó un frente solidario y, mientras los embates huracanados azotaban con fuerza, nuestra labor se transformó en mucho más que una simple acción de ayuda.

“Sin duda, esta experiencia nos enseñó que, más allá de los desafíos laborales, la verdadera esencia de nuestra organización radica en el amor hacia el prójimo y la disposición de marcar la diferencia en el mundo que nos rodea”.  

SECRETO COMPARTIDO

Melissa, con su furia desatada, no solo dejó a su paso destrucción y desolación, sino que también reveló lo mejor del ser humano: la capacidad de unir esfuerzos en tiempos de crisis La tragedia vivida en medio de este fenómeno natural nos enseñó que, en medio del desastre, siempre hay lugar para la solidaridad y la esperanza brillen con más fuerza.

 

   

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