Granma: Memorias e identidades

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Por Aldo Daniel Naranjo (Historiador) | 9 noviembre, 2025 |
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El domingo 7 de noviembre de 1976 aparece como la fecha oficial de creación de la provincia Granma, en acto nacional celebrado en el Monumento Nacional La Demajagua, presidio por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Ante más de 15 mil de pobladores, el Máximo Líder de la Revolución proclamó que la anterior provincia de Oriente se subdividía en cinco provincias: Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Granma.

“Es necesario que el Partido de cada nueva provincia y los órganos de Poder Popular de cada nueva provincia, se preocupen mucho, analicen, estudien, promuevan investigaciones, en la búsqueda de recursos naturales y en el análisis de las posibilidades de esos recursos naturales”, indicó.

En aras de una mejor compresión de la división política-administrativa recalcaba: “Cada provincia tiene el deber de tener el máximo de conocimiento de sus posibilidades, de sus líneas posibles de desarrollo, y luchar, plantear e insistir correctamente en el desarrollo de esas posibilidades”.

Con fe en el desarrollo integral de las provincias, por el esfuerzo de sus dirigentes y trabajadores, Fidel expresó: “Es para nosotros un motivo de muy íntima satisfacción, próximo a cumplirse el XX aniversario del Granma, proclamar que la provincia de Oriente no se dividió, sino que se multiplicó, y que entrega a la Patria cinco nuevas vigorosas y pujantes provincias. Es un homenaje digno de La Demajagua, digno del Granma y digno de la Sierra Maestra Les deseamos a todo el éxito y las victorias que estamos seguros que ustedes obtendrán”.

De ese singular suceso se ha escrito muy poco, por lo que muchas especificidades han quedado al margen, sobre todo por falta de estudios históricos.

De manera general se divulga que la nueva provincia, la quinta en extensión del país, surgió de la integración de las históricas regiones de Bayamo y Manzanillo, es decir, el valle del Cauto y el Guacanayabo, incluyendo la Sierra Maestra.

La conformaron 13 municipios: Bayamo, Guisa, Jiguaní, Cauto Cristo, Río Cauto, Buey Arriba, Bartolomé Masó, Yara, Manzanillo, Campechuela, Media Luna, Niquero y Pilón.

El nombre se escogió en honor del yate Granma, adquiriendo en México por Fidel, con la ayuda del mexicano Antonio Conde (El Cuate). En esta nave zaparon hacia Cuba los 82 bravos y llegaron por la costa de Niquero, el 2 de diciembre de 1956, hecho que marcó el inicio de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra.

ANTECEDENTES

A partir de 1959, en los primeros años del Gobierno Revolucionario, junto con la Reforma Agraria y los ambiciosos planes de desarrollo agrícola y ganadero impulsados por el Estado, empezaron los cambios en la organización territorial. En marzo de 1963 fueron creadas las regiones, como eslabón político y administrativo intermedio entre los municipios y las provincias, con el interés de mejorar el sistema organizativo y de dirección de las actividades económicas, fundamentalmente, la agricultura.

La región Bayamo-Cauto-Jiguaní contó con nueve municipios, en tanto la región Manzanillo-Campachuela-Niquero tuvo 14. La extensión y población de los municipios tendió a homogeneizarse en todas las provincias, con una media nacional de casi 30 mil habitantes.

A veces se olvida que existió la región Sierra Maestra, propiciando la creación de municipios en zonas montañosas, como Guisa, Buey Arriba y Las Mercedes.

En diciembre de 1975 el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) se pronunció por modificar la organización territorial del país, suprimir el eslabón regional, aumentar el número de provincias y reducir el de municipios.

La Constitución de la República de Cuba, aprobada en febrero de 1976, después de una amplia consulta popular, en su Artículo 102 define que “el territorio nacional para los fines político-administrativos, se divide en provincias y municipios; el número, los límites y la denominación de los cuales se establece en la Ley”.

A tenor con ello, el Consejo de Ministros aprobó el 3 julio de 1976 la Ley 1304, Ley de la División Político-Administrativa (DPA) en virtud de la cual el territorio nacional fue dividido en 14 provincias y 169 municipios, incluyendo el municipio especial Isla de la

Juventud, con expresión de sus nombres y de su distribución en el territorio nacional.

Esta reorganización tuvo en cuenta el desarrollo económico y social alcanzado, el incremento de la población y el interés de que existiera  una relación más cercana entre los órganos locales y los órganos centrales del Estado. La supresión de las regiones posibilitaba una participación más efectiva de la población en la gestión de gobierno en la instancia municipal.

Detrás de semejante diseño territorial figuraron grupos de planificadores físicos, geógrafos, economistas y políticos para su concreción en el croquis nacional. En el caso particular de Granma, la comisión organizadora estuvo presidida Pedro García Lupiáñez y conformada por Daniel Rodríguez Verdecia, Eduardo Arias Vázquez, Néstor Díaz, Rubén Moreno (Benchi) y Alcides Reymot Tito, entre otros.

En estas actividades jugaron un papel muy importante los dirigentes del PCC en Oriente Armando Hart Dávalos, integrante del Buró Político y primer secretario, Ursinio Rojas Santiesteban, miembro del Comité Central, Roberto Bello Tabares y Eddy Almaguer Carracedo. De igual manera, el comandante Guillermo García, como miembro del Comité Central, realizó visitas de trabajo.

Para la distribución de los nuevos municipios se tuvieron en cuenta el monto poblacional, la extensión geográfica y las relaciones económicas, sobre todo en la esfera agroindustrial azucarera y las grandes granjas agrícolas y ganaderas del Estado.

UN DÍA HISTÓRICO

El discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en La Demajagua para celebrar la constitución de las cinco nuevas provincias en la región oriental, señaló: “Hoy nos reunimos para declarar oficialmente constituidas las cinco nuevas provincias de la región oriental, quedaron constituidas además las Asambleas Provinciales en todo el país”.

Ensanchando el tema sobre la centralidad territorial y la selección de la capital provincial, expresó: “… Se discutió mucho cuál debía ser la capital: si Manzanillo, si Bayamo. Méritos históricos tenían ambas, cualquiera de las dos merecía ser la capital de Granma. La decisión se tomó, teniendo en cuenta las características geográficas, de comunicación…”

En esa parte del discurso se precisa que hubo una amplia y fructífera discusión para escoger, finalmente, a Bayamo como capital de la provincia Granma. La decisión, además, tuvo en cuenta su significación histórica en la formación de la nacionalidad cubana, la ubicación casi al centro del territorio escogido, la Carretera Central, los ferrocarriles e importantes unidades económicas.

La reorganización político-administrativa de 1976, constituyó el detonante que contribuyó a impulsar el territorio granmense hacia una economía más sólida y diversificada, con prestigiosas instituciones educaciones y cultuales, el desarrollo turístico y ciertos avances en el sector industrial.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA SOCIEDAD

En paralelo con el trabajo de la DPA, corría el proceso de institucionalización del país, luego de más de 15 años tanteos y experiencias de Gobierno revolucionario.

El Comité Central del PCC y el Consejo de Ministros consideraron factible la creación de nuevas formas del Poder Popular. La Ley 1269, del 3 de mayo de 1974, en uno los por cuantos planteaba la importancia de “… instituir la elección de los Órganos del Poder Popular, de modo que las masas queden incorporadas institucionalmente a la dirección estatal y administrativa y que el pueblo forme parte directa de los órganos del Estado, plenamente identificado con este como Estado Socialista de los trabajadores, profundamente democrático… “.

La provincia de Matanzas sirvió como experiencia del trabajo del Poder Popular,  por lo que grupos de dirigentes Bayamo, Manzanillo, Jiguaní y Niquero, con perspectivas de cargos a nivel municipal y provincial fueron a recibieron cursos y seminarios.

Entre el 29 y 31 de julio de 1976 se realizaron las reuniones de vecinos, donde se formaron las asambleas de dominación de los candidatos a delegados a la asamblea municipal. Entre el 10 y el 17 de octubre, en primera y segunda vueltas, tuvieron lugar las elecciones de los delegados de circunscripción. Y, el 31 de ese mes, se constituyeron las asambleas municipales del Poder Popular.

La asamblea del Poder Popular de Granma fue instalada el 7 de noviembre, procediéndose a formar su estructura. Salió electo presidente Pedro García Lupiáñez, vicepresidente Alcides Reymot Tito y secretario Rafael Fernández Fernández. El Comité Ejecutivo fue integrado por Ángela Vázquez Rodríguez, Ivo Aguilera Fajardo y Julio Gómez, entre otros.

La identidad del granmense se construye día a día.

Aunque viene de un pasado rico en luchas y tradiciones, la adopción del nombre no es tan añeja. Entre sus fuentes nutricias se encentran las rebeldías indias y esclavas, las guerras de independencia, los potentes movimientos obreros y campesinos, la lucha clandestina y las epopeyas del Granma y la Sierra Maestra.

El granmense es un ser sencillo, cordial, humanista, muy unitario, amante de sus tradiciones y su identidad. Granma y su historia son el mejor ejemplo de cómo un pueblo enfrenta los obstáculos con decisión y audacia para salir vencedores, porque tiene memoria, ama la vida y defiende la Patria.

FUENTES: Alfredo Mateo Domingo: Historia de la división político-administrativa de la isla de Cuba, 1607-1976 (1977); Atlas demográfico de Cuba (1979);

Reynold Rassi: Cuba: Nueva División Político Administrativa (1981); y Olga Fernández: Cuba: participación popular y sociedad (1996).

 

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