Ante la compleja situación económica que atraviesa Cuba, se impulsa un Programa de Gobierno concebido para corregir las distorsiones que frenan el desarrollo. La Mesa Redonda de este viernes abordó los fundamentos, alcances y prioridades de ese programa, considerado por la dirección del Partido y el Gobierno como hoja de ruta para conducir al país en un escenario marcado por presiones externas, desafíos estructurales e insuficiencias propias.
Durante su intervención, el vice primer ministro y Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva Fraga, recordó que la génesis del documento se remonta a diciembre de 2023, cuando en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz presentó un diagnóstico exhaustivo sobre “un grupo de distorsiones presentes en la economía y la sociedad”, así como las correcciones necesarias para reimpulsar el desempeño económico del país.
“A partir de esas proyecciones comenzamos a trabajar”, explicó Pérez-Oliva, quien señaló que el proceso se enriqueció con la participación de expertos y académicos. Ese intercambio permitió incorporar una proyección estratégica más amplia, lo que finalmente dio lugar al Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. “Lo que tenemos hoy es resultado de un intenso trabajo colectivo”, afirmó.
El vice primer ministro añadió que en la concepción del programa se tuvieron en cuenta “múltiples planteamientos”, provenientes tanto del análisis institucional como de la interacción con sectores académicos y territorios. Subrayó que se trata del “hilo conductor del país para superar la compleja situación económica que enfrentamos”.
Según precisó, el punto de partida del programa reconoce la existencia de condiciones extremadamente adversas en los escenarios nacional e internacional. Recordó que Cuba continúa siendo un país sometido a un bloqueo económico “recrudecido sin precedentes”, en medio de una guerra económica sostenida que afecta los ingresos, los flujos financieros y la dinámica productiva.
El Programa de Gobierno está conformado por 10 objetivos generales, 106 objetivos específicos, 342 acciones y 264 indicadores y metas, todos estrechamente interrelacionados.
Entre los objetivos generales mencionó la implementación del programa de estabilización macroeconómica; la obtención de ingresos en divisas; el incremento de la producción nacional —en especial de alimentos—; el avance en el desarrollo de la empresa estatal socialista; el perfeccionamiento de la gestión estratégica para el desarrollo territorial; y el fortalecimiento de la gestión gubernamental.
Asimismo, incluyó prioridades relacionadas con la defensa y la seguridad nacional; la protección de los hogares en situación de vulnerabilidad; la aplicación de directivas para la prevención y reducción del delito, la corrupción y las ilegalidades; el programa de recuperación electroenergética del país; y la gestión de la ciencia e innovación, la comunicación social y la transformación digital.
Pérez-Oliva subrayó que “todos los objetivos generales del programa son temas de debate diario en nuestra sociedad”, y que se ha creado un sistema de trabajo para controlar su implementación. Informó que los avances y dificultades se presentan de manera sistemática al Consejo de Ministros y al Comité Ejecutivo, donde se aprueban nuevas acciones; además, la marcha del programa se discute en el Consejo de Estado, en el Buró Político y en el Pleno del Comité Central del PCC. Las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional también han incorporado criterios y propuestas de los diputados.
Entre los ejes transversales, el ministro destacó la necesidad de simplificar trámites, eliminar burocracias innecesarias y promover un cambio de mentalidad en las instituciones y actores involucrados. Aclaró que el Programa de Gobierno “no es un documento rígido ni inamovible”, sino que se enriquece permanentemente, incluso durante su ejecución, con nuevos aportes técnicos, territoriales y ciudadanos. Enfatizó, además, que se trata de un instrumento coherente con documentos rectores anteriores —como los Lineamientos de la Política Económica y Social— y que busca dar continuidad, desde la actualización, a las proyecciones del modelo socialista cubano.
Primeros resultados económicos
Al intervenir en la Mesa Redonda, el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, recordó que el objetivo número uno del Programa de Gobierno está compuesto por tres objetivos específicos, 50 acciones y 14 indicadores o metas, que se evalúan de manera periódica. Subrayó que este es el segundo año de implementación del programa y que, aunque cada objetivo aborda dimensiones distintas, todos tributan al propósito mayor de la estabilización macroeconómica.
Según explicó, uno de los indicadores más sensibles es la reducción del déficit fiscal, y aunque los avances aún resultan incipientes, existe una tendencia positiva. El ministro destacó que “casi todo este año hemos tenido una cuenta corriente superavitaria, algo que hacía años no ocurría en el país”, y precisó que hasta octubre se alcanzaban 40 mil millones de pesos de superávit. En sus palabras, este comportamiento muestra que el dinero que circula en la economía no exige emisiones monetarias por encima de lo previsto.
Sobre las medidas para eliminar o reducir subsidios, Alonso Vázquez señaló que, aunque están diseñadas, no se ha considerado oportuno aplicarlas en este momento debido al contexto internacional y a las tensiones económicas internas. “No es el momento, pues podría afectar la capacidad de compra de la población”, explicó.
El titular del MEP informó además que se ha perfeccionado el control de la política fiscal, lo que ha permitido detectar casos de evasión y subdeclaraciones. Paralelamente, la ONAT desarrolla un proceso continuo de actualización de sus procedimientos, con acciones de largo plazo destinadas a mejorar su funcionamiento y fortalecer la disciplina tributaria.
La política monetaria
El ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, afirmó que uno de los aspectos centrales del programa de estabilización macroeconómica es la política monetaria, la cual parte del control de la emisión para financiar el déficit y garantizar el dinero requerido en la economía.
Alonso recordó que en los últimos años se emitió el billete de mil pesos y que existen estudios que aconsejan nuevas denominaciones, procesos que se aplicarán de ser necesario. Subrayó que resulta imprescindible transformar el mercado cambiario.
El titular comentó que recientemente se ha difundido en diferentes plataformas la acción de El Toque, a la que calificó como “una acción del enemigo, bien estudiada y bien diseñada, para coartar este equilibrio macroeconómico que queremos”, fenómeno que —dijo— también se aplicó contra otros países como Venezuela. “Venezuela tenía determinados recursos y actuó de una forma. Nosotros tenemos diseñado cómo actuar para ir transformando ese mercado cambiario y ocupar un espacio que indiscutiblemente se perdió en un periodo; tenemos que rescatarlo para buscar, primero que todo, la convertibilidad del peso”, señaló.
El ministro explicó que actualmente existen tres segmentos de tasa de cambio: un grupo de actores económicos que opera a 24, otro a 120 —incluida parte de la población— y un tercero con la tasa ilegal, “no informal, sino ilegal”, que actúa bajo los designios del enemigo.
En este contexto, se diseñó un nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas, que incluye el debate sobre la dolarización parcial de la economía. “La dolarización en cualquier país sería mala, excepto en los Estados Unidos, que es quien emite el dólar. Pero, dada la situación actual y la guerra económica existente, se ha evaluado y consensuado que es necesaria ahora, para reimpulsar la economía, una dolarización parcial con determinado alcance y profundidad”, precisó Alonso.
El objetivo de esta medida es fomentar la capacidad productiva y exportadora, así como encadenar de manera efectiva a los actores económicos. “No es posible que se encadene una empresa que trabaja a 24 siendo exportadora, si compra a un actor económico que funciona a 120, a 300 o a 400, porque esto transfiere costos que hacen después imposible realizar una exportación e insertarse en un mercado muy competitivo”, advirtió.
El ministro destacó que la norma de gestión, control y asignación de divisas crea condiciones para una futura desdolarización. “Hoy hay dolarización, hoy hay transacciones en divisa, pero no son transacciones ordenadas ni consecuentes con lo que busca el programa de estabilización macroeconómica”, puntualizó.
Por otra parte, Alonso informó que este año se aprobaron 45 esquemas de autofinanciamiento para actores de la economía, en su mayoría estatales, con resultados positivos. Entre los ejemplos citó las acciones de Tabacuba, que ha importado vehículos para productores y transportadores de combustibles, y cuyos aportes se transaron de forma cruzada para salvar la genética avícola, logrando estabilizarla y avanzar en su reemplazo.
Asimismo, mencionó que la aviación cubana, con un esquema nuevo de menos de un año, ha alcanzado resultados favorables, incluyendo la incorporación de nuevas líneas aéreas y acceso a recursos para cumplir obligaciones y mantenimientos, pese a contratiempos derivados de la “economía de guerra” que enfrenta el país.
En el sector del transporte, Alonso resaltó la creación del Fondo de Desarrollo del Transporte, nutrido por esquemas de autofinanciamiento. En menos de diez meses, este mecanismo ha permitido la puesta en marcha del catamarán de la isla, la próxima llegada de 300 triciclos eléctricos, cientos de microbuses —de combustión y eléctricos—, más de 170 carros fúnebres y cinco locomotoras contratadas.
“Son aspectos que demuestran que vamos por buen camino, aunque sabemos que el camino no es corto. Estos son resultados incipientes, pequeños para las necesidades que tenemos, y debemos seguir avanzando en otros”, dijo el ministro, al subrayar que las soluciones deben ser sostenibles y ajustadas a las capacidades reales de la economía nacional.
Incrementar los ingresos y la producción

El viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva Fraga, se refirió a la importancia y trascendencia de incrementar los ingresos, un tema muy relacionado con la producción.
“El objetivo dos del Programa de Gobierno está enfocado a incrementar y diversificar los ingresos en divisa de nuestra economía, y el objetivo tres, en el incremento de la producción nacional con énfasis en los alimentos”, afirmó.
En primer lugar, señaló que “nuestro país no tiene acceso a fuentes de financiamiento en el sistema financiero internacional. Eso está impedido por el bloqueo de los Estados Unidos, que, como se conoce, agrava esta condición con la inclusión de nuestro país en la lista de estados que supuestamente patrocinan el terrorismo”.
Esa situación, explicó, “genera grandes afectaciones a las relaciones de nuestro país con las instituciones financieras y bancarias. Es conocido que, después de que Cuba fue reincluida en esta lista, más de 100 instituciones dejaron de operar con Cuba”.
Aclaró que no está “echándole la culpa al bloqueo de los problemas que tenemos. Estoy explicando una realidad objetiva que no podemos desconocer, y soy de los que está convencido de que, a pesar del bloqueo, podemos salir adelante con nuestros propios esfuerzos y bajo esas condiciones complejas. Ahora, para eso hay que hacer cosas diferentes”.
Un elemento fundamental, en su opinión, es que “nosotros tenemos que ser capaces, con la conducción de este programa, de alinear a todos los actores de nuestra economía en función de los objetivos de desarrollo de nuestro país. Ese tiene que ser un punto de mira permanente”.
Para obtener ingresos externos, detalló, se pueden utilizar diversas vías. “El acceso al sistema financiero internacional no lo tenemos permitido. Tenemos que exportar bienes, exportar servicios. Cuba tiene una cartera de bienes y servicios exportables que está identificada, los llamados bienes y servicios tradicionales”.
Reconoció que “ahí también ha tenido incidencia el bloqueo de los Estados Unidos, la persecución directa que han tenido, por ejemplo, los servicios profesionales que ofrece nuestro país en diversas partes del mundo. Hemos tenido que demostrar la validez de nuestros servicios para los países donde se prestan, pero no es menos cierto que todas estas presiones generan temores, indecisiones y también decisiones para dejar de recibirlos por algunas autoridades”.
“También se pueden obtener recursos en divisa a través de las remesas. Todos los países de Latinoamérica y el Caribe reciben grandes montos por concepto de remesas, y sabemos cómo estas han sido atacadas como resultado de la implementación de medidas específicas para privar a nuestro país de esos ingresos.
“Y otro componente —dijo— es la inversión extranjera directa, en la que no hemos logrado captar los niveles de inversión que necesita el país para transformar la economía”.
El viceprimer ministro fue categórico: “Estamos totalmente insatisfechos con los resultados que hemos alcanzado este año en la implementación del programa, porque los ingresos externos se van a cumplir alrededor del 88% del plan previsto. Esto significa que no hemos logrado obtener tan siquiera los ingresos que estaban planificados, que tampoco son suficientes para dar respuesta a las necesidades que tenemos”.
“Ahora, para obtener ingresos en divisas por estas vías, lo primero que tenemos que hacer es producir. Y esa es una discusión que amistosamente tenemos el ministro de Economía y yo a cada rato. A veces se dice que no exportamos, y yo digo que hay que empezar yendo a la causa del problema: para exportar tenemos que producir. Tenemos muchos rubros exportables que hoy no estamos produciendo y que tienen mercado seguro”.
Mencionó renglones conocidos como “el azúcar y todo el desarrollo de la agroindustria azucarera”, y otros en los que “hemos disminuido los volúmenes de producción, como el caso de la miel de abeja y el carbón vegetal, por mencionar algunos”. Explicó que en estos “ya se han venido implementando esquemas diferentes, modos de hacer diferente, para lograr rescatar esa producción y van teniendo impacto. Pero esto se implementó alrededor del primer semestre del año, por tanto, los impactos reales de estos esquemas se van a comenzar a apreciar a partir del próximo año 2026”.
Hay otro componente importante que es la sustitución de importaciones. “Hoy estamos importando muchos productos que se pueden producir en Cuba con calidad y a precios competitivos. No nos podemos olvidar que para exportar hay que tener en cuenta tres cualidades: el producto tiene que tener calidad, tiene que producirse a un costo que permita venderlo a un precio competitivo en el mercado y tiene que venderse de forma oportuna cuando el cliente lo necesita”.
“Y para cumplir con esas tres variables –subrayó–, las empresas que generan esos bienes exportables tienen que tener autonomía financiera para disponer de los recursos que necesitan en el momento en que son necesarios, no cuando se los demos. Ese, yo creo, es uno de los elementos fundamentales que se persigue transformar con este programa: que la empresa pueda administrar correctamente sus finanzas. Creo que es uno de los cambios transcendentales que se han venido desarrollando con la implementación de estos esquemas y que tenemos que proteger celosamente, porque son una de las vías fundamentales para superar esta situación económica”.
En el caso de la inversión extranjera, el ministro anunció: “Hay decisiones que ya se han tomado por el gobierno, que serán informadas próximamente en relación con la inversión extranjera. Creo que no es todo lo que debemos hacer; continuamos trabajando en perfeccionar, pero sí se ha aprobado un conjunto de acciones dirigidas a dinamizar el papel de la inversión extranjera en la economía. Esto va en el sentido de la simplificación de procedimientos y buscar mayor flexibilidad en su operación, de forma que realmente pueda desempeñarse de manera más activa en el desarrollo económico y social del país”.
Puso como ejemplo positivo “lo que se viene haciendo con la empresa vietnamita Agri VMA en la producción de arroz. Es un modelo diferente de negocio donde, a partir de tres variantes distintas, está obteniendo resultados que no se habían obtenido nunca en nuestro país en cuanto a rendimientos. Este es un ejemplo de una manera de hacer diferente: una tierra que se entrega en usufructo gratuito para que la empresa produzca, vinculando también a los productores locales; es decir, no los excluye, sino que los integra en ese modelo”.
“Estamos logrando resultados todavía muy modestos, pero ya para el año próximo, por ejemplo, hay un plan previsto de siembra de arroz de 200 000 hectáreas, que es una cifra que puede tener un impacto importante en las necesidades de consumo del país. Es uno de los productos de la canasta familiar que tiene un mayor impacto por su valor en el mercado internacional, y aún cuando los precios hoy no son desfavorables, por el nivel de consumo de nuestra población y su impacto en la ganadería, es muy importante”.
En cuanto a la producción nacional, el programa “concibe también el perfeccionamiento y la actualización de los mecanismos de contratación y acopio de los productos agropecuarios. Ese es un componente fundamental porque este mecanismo tiene que tener incentivos para incrementar la producción. El problema de los precios que mencionaba Joaquín se controla hoy mediante acciones de supervisión e inspección, pero realmente la solución final al problema de los precios es la oferta. Eso lo tenemos claro. Se actúa con la inspección porque tenemos que proteger a la población de actitudes de esta naturaleza, pero la solución definitiva es incentivar la producción, incrementar la oferta y permitir que concurran al mercado los distintos actores”.
“También se trabaja en el perfeccionamiento de algunas decisiones que ya se han tomado, como por ejemplo, los beneficios arancelarios para la importación de materias primas y insumos. Hoy, en determinados sectores, la importación de materias primas y insumos se ha liberado de arancel; es decir, se ha eliminado totalmente. En otros casos se aplica el 50%, y también se han gravado con aranceles superiores algunos productos que son producidos en el país y que, sin embargo, se importan indiscriminadamente”.
“Y esto se hace no solo por el sector estatal –aclaró–, hay que verlo en el conjunto de la economía, porque también hay empresas estatales que a veces importan productos que se pueden producir en Cuba. Si nosotros alineamos todas esas demandas y las ponemos en función de la producción nacional y de las capacidades que tenemos instaladas, podemos lograr una transformación importante en el entramado productivo”.
“También es importante, desde el punto de vista de los encadenamientos, la relación entre todos los actores de la economía. Y aquí viene la incidencia de los componentes macroeconómicos: cuando hay actores que operan en segmentos con diferentes tipos de cambio, se generan distorsiones que se traspasan a los precios. Eso hace que muchas veces los costos de determinadas producciones o servicios que se llevan a cabo en alianza entre actores económicos diferentes no sean competitivos para el mercado”.
“Por tanto, es fundamental, como se explicaba en el objetivo uno por el ministro Joaquín, que logremos avanzar en la solución de esas distorsiones con el mecanismo de asignación, control y gestión de las divisas y, por supuesto, en el caso del mercado cambiario”.
Sobre la venidera Feria Internacional de La Habana, en su edición 41, destacó que: “Ahí vamos a contar con una participación importante de empresas cubanas de todos los actores de nuestra economía: estatales, privadas, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias. También van a estar presentes los territorios con sus posibilidades, productos, servicios y potencialidades. Habrá una presencia importante de empresarios extranjeros que hoy trabajan con Cuba en el ámbito comercial, que tienen inversiones en Cuba o que recientemente han incursionado en ellas”.
“Es un escenario muy propicio e interesante para propiciar, desde la organización de la feria y la conducción del programa, la interacción directa entre todas estas empresas, buscando lo que te decía al principio: alinear todos los esfuerzos en función del objetivo de desarrollo del país. Y esto hay que desarrollarlo a través de incentivos, no solamente a partir de decisiones administrativas o normativas jurídicas. Hay que generar incentivos para que las empresas conduzcan su esfuerzo en función de superar esta situación”.
Alinear todos los esfuerzos en función de los objetivos de desarrollo del país
El ministro de Economía, Joaquín Alonso Vázquez, insistió en la necesidad de alinear todos los esfuerzos en función de los objetivos de desarrollo del país. En tal sentido, afirmó: “Esto hay que desarrollarlo a través de incentivos, no solamente a partir de decisiones administrativas”.
Refiriéndose a la importancia del redimensionamiento de la empresa estatal, del desarrollo del resto de los actores de la economía y de la integración entre todos, el titular del ramo dijo que el objetivo es ir transformando ese tejido empresarial, los esquemas de incentivo, las interconexiones entre los diferentes actores de la economía, pero también perfeccionar la institucionalidad en la atención, creación pero también perfeccionar la institucionalidad en la atención, creación y evolución de todo el sistema empresarial cubano.
En este sentido, explicó que se creó el Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales, que está operativo. Añadió que, a partir de su creación, se ha movilizado un grupo de acciones que están previstas para su ejecución; ya se ha descentralizado la aprobación de los nuevos actores económicos, y precisó: “vamos por más de 44 municipios que aprueban acorde a su estrategia de desarrollo municipal los actores económicos que van a funcionar ahí”.
Asimismo, señaló que ya se ha identificado otro grupo de municipios que próximamente empiezan a tomar esas decisiones, y así se va a seguir avanzando hasta llegar a que cada municipio en Cuba apruebe los actores económicos no estatales que considere acorde a su estrategia de desarrollo municipal.
Por otro lado, indicó que se ha hablado muchísimo de la Ley de Empresas, de lo que puede y debe potenciar, de eliminar incapacidades, trabas y dar más y mayor autonomía a la empresa estatal. Sobre el estado de esta norma, declaró: “la ley ya está escrita a partir de un consenso y un trabajo de colegiatura amplísimo durante más de 2 años con participación de la academia, en diferentes escenarios del gobierno, del Partido, de la Asamblea y diputados y delegados”. No obstante, en la situación actual de la economía del país, no es aconsejable ponerla ya en vigor.
Sin embargo, aclaró que temas que están implícitos en la ley, como la creación del Instituto Nacional de Activos Empresariales Estatales, se ha decidido ponerlo en funcionamiento. “Ahora estamos en la fase inicial y escribir las principales funciones que debe acometer en esta etapa”, explicó. Entre esas materias, mencionó el perfeccionamiento de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, avanzar también en la identificación y la clasificación de las empresas estatales, e ir eliminando trabas que existen hoy en funcionamiento, proceso, plantillas y estructuras que hacen que la empresa estatal no sea eficiente o que se ralentice su proceso o que sean demoradas las tomas de decisiones.
En esta misma línea, afirmó que se ha avanzado en la creación de mipymes estatales y empresas filiales, detallando: “ya tenemos 116 empresas agroindustriales municipales en 110 municipios”. Agregó que se han identificado, dentro de las mipymes estatales creadas hasta la fecha —que son unas 327 ya aprobadas—, 115 que tienen capacidad para hacer mipymes estatales de base tecnológica.
“Lo es que le falta el plan de negocio, identificar un mercado exportador, pero tienen productos, tienen innovación, tienen ciencia aplicada y son resultados que se vienen obteniendo”, dijo, y el Instituto de Actores Económicos Estatales puede acelerar determinados procesos.
Alonso Vázquez aseguró que ese entramado, unido a las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), van a conformar ese entramado empresarial que es la base para toda esa capacidad productiva y exportadora que requiere la economía.
“Creo que el programa de gobierno persigue todo eso, que los actores de la economía tengan un entorno macroeconómico favorable con un mercado cambiario, un mercado mayorista para acceder a los recursos y propiciar el desarrollo acelerado y también sostenible en el tiempo de nuestra economía”.
El viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Óscar Pérez-Oliva Fraga, se refirió al objetivo cinco, el cual, según explicó, “está referido a avanzar en el perfeccionamiento de la gestión estratégica para el desarrollo territorial”.
A su juicio, se trata de un objetivo de gran relevancia, dado que busca que los territorios tengan la capacidad de gestionar de forma efectiva su desarrollo, lo que requiere consolidar el proceso de descentralización de competencia a nivel de los municipios.
En este contexto, señaló que resulta esencial que cada territorio cuente con una estrategia de desarrollo donde queden recogidas todas sus potencialidades, y que, una vez identificadas estas, se defina también el papel de los diferentes actores en su desarrollo en función del beneficio del territorio.
Un componente fundamental en ese propósito es el fortalecimiento de los presupuestos, un tema en el que, si bien se ha avanzado un poco, “hay que continuar trabajando para consolidarlo”.
Añadió que también está en marcha un proceso de perfeccionamiento de las plantillas de los órganos municipales y provinciales del Poder Popular, y que existen un grupo de entidades presupuestadas que se han ido transformando en empresa.
“Es decir, hay un análisis general de este aspecto que nos parece importante tomar en cuenta –subrayó– porque nosotros tenemos que lograr que los territorios tengan autonomía en su gestión, que identifiquen sus potencialidades sin depender de una decisión centralizada y que puedan también poner a ese nivel a los actores económicos en función de desarrollar sus potencialidades endógenas”.
Por su parte, el objetivo general número seis también tiene, a su juicio, una importancia capital. Este se refiere al perfeccionamiento de la gestión de gobierno, pero también a la defensa y la seguridad nacional. El viceprimer ministro recordó que “nosotros estamos en medio de una agresión permanente del gobierno de los Estados Unidos por la vía de bloqueo”. Igualmente, mencionó que se movilizan cuantiosos fondos para, aprovechando las complejidades de la situación económica del país y las carencias, provocar un estallido social. Sobre este aspecto, manifestó: “Se resume en… en unas palabras pronunciadas por nuestro Comandante Jefe cuando presentó el informe central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba: ‘mientras existe el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo les prestará a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan ese principio no sobreviven al error’”.
Además, expuso que este aspecto tan importante se combina en el objetivo número seis con el perfeccionamiento de la gestión de gobierno. En tal sentido, se refirió al cambio de mentalidad, a la eliminación de trabas burocráticas y a la facilitación de los trámites a la población para el acceso a los servicios. “Recientemente el lanzamiento de la plataforma Soberanía donde está publicado el programa de gobierno también ya permite acceder a 15 servicios en línea que tenemos que continuar fomentando e incrementando”, afirmó.
En cuanto al objetivo siete, indicó que está referido a la consolidación de las políticas sociales, que es la propia esencia de nuestra Revolución.
Puntualizó que “nuestra revolución nació a partir de un programa social, el Programa del Moncada, cuyo objetivo fueron expresado por nuestro Comandante en Jefe en el alegato de la Historia me Absolverá”, y recalcó que, “no se ha apartado milímetro de esas políticas”. Reconoció que no es lo mismo hacer esto en condiciones normales que en condiciones complejas como las actuales, pero aseguró que se trabaja de manera sistemática para buscar el beneficio de los sectores más vulnerables de la sociedad, la familia y los hogares, “en función de asegurarles un mínimo de condiciones para que puedan tener una vida decorosa”.
Respecto al objetivo ocho, declaró que está referido a la prevención y reducción del delito y la corrupción, y que aquí se han realizado acciones de enfrentamiento con buenos resultados, un aspecto en que hay que continuar trabajando.
Sobre el objetivo nueve, relacionado con el sistema electroenergético nacional, comentó que es un tema conocido y del que se ha publicado todos los resultados. “Yo creo que es importante que nuestra población conozca –señaló– que se han invertido durante este año… año más de 1000 millones de dólares en el proceso para transformar la matriz energética del país y también en el mantenimiento y reparación de las fuentes de generación térmica y de los grupos electrógenos de emergencia”. También destacó que, en los territorios afectados por el huracán Melissa, al día siguiente de su paso, en algunos de ellos ya había sistemas eléctricos autónomos funcionando a partir de la interconexión de parques solares con unidades de generación distribuida.
Finalmente, en el caso del último objetivo, explicó que este se concentra en los pilares de la gestión de gobierno: la ciencia, la innovación, la comunicación social y la transformación digital, para impulsar las esferas de desarrollo y perfeccionar la gestión de gobierno. Concluyó afirmando que “son elementos a los que hace referencia sistemáticamente nuestro presidente y que todos tenemos claridad de la importancia que reviste en este proceso”.
Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del Departamento Económico-Productivo, aclaró de manera enfática que “no es un paquetazo de medidas”.
Explicó que el programa se deriva de todo el proceso y la trayectoria del proceso revolucionario cubano, argumentando que, desde el sexto congreso del PCC hasta la actualidad, los documentos aprobados para la actualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista sientan sus bases desde el Primer Congreso del Partido. Asimismo, precisó que esto transita por el programa del Partido, el Concepto de Revolución de nuestro Comandante en Jefe, y todo eso tiene un reflejo en esos documentos.
Por lo tanto, detalló que, partiendo desde la conceptualización del modelo –que define qué queremos ser y por qué, que está ubicada en el muy largo plazo y escrita en tiempo presente–, se transita por las directrices políticas que se definen en los lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución.
Igualmente, indicó que su materialización práctica también se plasma en el largo plazo, definida en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, el cual incluye una correcta interrelación con el corto plazo relacionado con el plan de la economía que se aprueba anualmente y su expresión financiera en el presupuesto.
En esta arquitectura ya diseñada, manifestó que aparecieron condiciones que realmente merecen ver en todo eso qué tenemos que estremecer y qué priorizar para corregir distorsiones, detener el decrecimiento económico y reimpulsar el crecimiento. Respecto a los 10 objetivos generales, afirmó que hay coherencia desde la macroeconomía, los ingresos externos y la producción nacional con énfasis en los alimentos, transitando por la interrelación entre los actores económicos y el municipio como elemento esencial.
Broche se refirió a los temas vinculados con la defensa y seguridad nacional y las políticas sociales, “porque estamos construyendo un socialismo, por tanto siempre tenemos que tener esa mira”. Además, mencionó el delito, la corrupción y la ilegalidad desde su prevención y enfrentamiento, ya que, si bien es cierto que estamos conviviendo con ellos, tenemos que minimizarlos en la sociedad cubana actual.
Broche afirmó que el Programa de Gobierno que tenemos hoy es, como bien se ha dicho, una herramienta de planificación e implementación para gestionar la crisis y definir el cómo y el qué hacer ante ese escenario. “Por lo tanto, es un mecanismo táctico para gestión de crisis de naturaleza correctiva y dinamizadora”, puntualizó.
Y de ahí que, entonces, responda a distorsiones críticas, desequilibrios macroeconómicos urgentes o impactos externos severos que amenazan la estabilidad y el cumplimiento de los objetivos definidos en el Plan Nacional de Desarrollo 2030. Por esta razón, aclaró que no sustituye esos elementos, sino que se articula con los ya aprobados para la actualización del modelo económico y social cubano de desarrollo social.
Explicó que en el programa está la definición de la acción, el organismo de la administración central del Estado responsable, los organismos participantes, el indicador, la meta y a qué lineamiento de la política económica y social del Partido y la Revolución tributa esa acción.
En consecuencia, detalló que si hay un organismo en la Administración Central del Estado responsable y hay participantes, también hay viceprimer ministro que atienden ese organismo responsable y hay departamento u oficina del Comité Central del Partido que atiende ese organismo responsable.
Acto seguido, se refirió a la riqueza y legitimidad del proceso, diciendo: “La propia consulta popular le da legitimidad al proceso, para que la gente pueda hablar, mostrar su inquietud”.
