
Cuando me encontraba inmerso en la redacción del libro El Gigante del Escambray, Antonio Nicolás Muñoz Hernández, uno de los mejores bateadores zurdos en los torneos nacionales beisboleros, me contó una simpática anécdota que le ocurrió con el Comandante en Jefe Fidel Castro en un Congreso de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR).
Finalizada la XX Serie Nacional (1980-1981) y el clásico élite de ese año, los jugadores cubanos se prepararon para intervenir en la V Copa Intercontinental en Edmonton, Canadá, en agosto de 1981.
Pese a concentrar un potente conjunto, que reunía a hombres como Luis Giraldo Casanova, quien conquistó la triple corona de bateo y el propio Muñoz que resultó el sexto mejor bateador de la etapa clasificatoria con 414 de promedio, la selección dirigida por Servio Tulio Borges Suárez no pudo retener el título alcanzado dos años antes en la Copa organizada en Cuba.
El mal corrido de las bases, la inestabilidad de los lanzadores, excepto Julio Romero y Braudilio Vinent; y el deficiente trabajo de los asistentes contribuyeron al inesperado revés, la segunda amarga experiencia en Canadá, después que en 1967 también se perdió en ese país la corona panamericana.
La selección de Estados Unidos (EE.UU.) se impuso en el partido decisivo (6 a 5) en 10 entradas. Cuba desperdició varias oportunidades de anotar, pues les sorprendieron cinco hombres en las bases.
Dos fueron enfriados en primera por el zurdo Ed Vosberg, quien caminó hasta el noveno inning, mientras que en el segundo episodio un corredor muy lento como Héctor Olivera González fue enviado hacia la goma con un batazo al cuadro de Lourdes Gourriel, que perforó al antesalista Simmons y llegó a los jardines, desde donde Toothman hizo un tiro perfecto.
En el cuarto hubo que borrar una carrera ya anotada, porque Antonio Muñoz salió adelantado en un pisa y corre, tras conectar Alfonso Urquiola fly al jardín central.
Tal vez la mayor oportunidad se perdió en la novena entrada cuando se ligó un cohete y triple de Alfonso Urquiola, quien al tratar de llegar a la goma fue puesto out al regresar a tercera, después de un intento por llegar home, luego vino el cuadrangular del recientemente fallecido Pedro Medina, de emergente por Albertico Martínez.
Semanas después, Antonio Muñoz integró la delegación de Cienfuegos al Segundo Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución, que sesionó del 22 al 24 de octubre de 1981 en el Palacio de las Convenciones, en la capital.
Su presencia en el importante evento le ofreció la posibilidad de conversar con Fidel.
“Recuerdo -narra El Gigante del Escambray- que era la jornada de clausura y noto que en la presidencia Raúl le hace un gesto a Fidel como diciéndole: Mira, aquel es Antonio Muñoz.
“Cuando se termina el Congreso, Fidel me llama y empieza a conversar conmigo sobre el juego que perdimos contra EE.UU. en Edmonton. Me pregunta: Bueno, ¿por qué pusieron out a Olivera en la goma?, ¿por qué cogieron a Víctor Mesa y a Puente en primera?, ¿qué pasó con Urquiola en la antesala?, y cuando yo pensé que ya se habían acabado las preguntas, me dijo: ¿Y tú por qué saliste adelantado desde tercera?”
