FAO en 2025, alcance y retos a 80 años de su fundación

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Por Prensa Latina (PL) | 24 diciembre, 2025 |
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FOTO/ FAO

Roma-La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) conmemoró sus 80 años en 2025, oportunidad en que valoró logros y retos en la lucha contra el hambre que aún padecen 673 millones de personas.

Esa cifra evidencia cierto avance, pues es inferior en 22 millones a la registrada en 2022 pero, según estimados de los expertos, unos 512 millones de habitantes del planeta seguirán enfrentando ese flagelo en 2030, con África como el continente más afectado, al concentrar el 60 por ciento del total.

Esta realidad amenaza la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, de Hambre Cero, y de una mejor nutrición, además de a la totalidad de las metas de ese plan, al incidir en la salud y medios de vida de las personas, así como en la estabilidad de los sistemas agroalimentarios mundiales.

En el marco de la celebración del aniversario 80 de esa organización mundial, que se conmemoró el pasado 16 de junio, su director general, Qu Dongyu, destacó que en el combate contra el hambre “durante ocho décadas, la FAO ha trabajado codo a codo con naciones, agricultores, jóvenes, mujeres, pueblos indígenas, científicos y empresarios”.

Sin embargo, pese a los esfuerzos, el 8,2 por ciento de la población mundial todavía padece ese mal, lamentó Qu, quien reconoció que la inseguridad alimentaria afecta actualmente a más de dos mil millones de personas, por lo que es necesario elevar la conciencia colectiva e impulsar cambios en la agricultura.

“Hoy nos mantenemos firmes en nuestra convicción de que juntos somos mejores”, resaltó, y añadió que “debemos aprovechar el legado de la FAO para dejar un mundo sin hambre para nuestros hijos y nietos”, pues la misma “sigue siendo una realidad para millones de personas”.

El alto funcionario expresó que, aunque el mundo produce suficientes alimentos, la disponibilidad y asequibilidad de los mismos “no son iguales para todos”, y enfatizó que “el hambre no conoce fronteras” y “el desafío de la seguridad alimentaria exige unidad entre las naciones y entre las personas”.

Durante 2025, las actividades principales de la FAO se centraron en la transformación de sistemas agroalimentarios, impulsando la innovación financiera, la gestión sostenible de tierras y la resiliencia climática para avanzar en la erradicación del hambre.

Se elevó en este período la colaboración entre esa institución y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el diseño de las Perspectivas Agrícolas 2025-2034, así como en planes para la modernización tecnológica, el desarrollo de la agricultura familiar y la protección de la biodiversidad.

Con iniciativas como FAO Transforma, se buscaron soluciones financieras innovadoras para impulsar cambios en los sistemas agroalimentarios y promover la inversión sostenible.

El informe del Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación de 2025 de esa institución se enfocó en el enfrentamiento a la degradación de la tierra y la gestión sostenible del suelo, así como en la necesaria implementación de proyectos de adaptación al cambio climático y para la conservación de la biodiversidad.

La FAO continuó fomentando una planificación integrada del uso de la tierra y la gestión del agua, así como brindó apoyo a políticas nacionales.

Son importantes, además, los esfuerzos de esa entidad dirigidos a explorar las posibilidades de la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA), así como de las tecnologías digitales, para mejorar los sistemas agroalimentarios.

En el V Foro Mundial de Alimentación, celebrado en la sede de la FAO, en Roma, entre el 10 y el 17 de junio de este año, así como en la conmemoración, el 16 de octubre, del Día Mundial de la Alimentación, con el tema “Mano de la mano por unos alimentos y un futuro mejores”, se enfatizó la urgencia de impulsar la colaboración global.

En esa significativa jornada, el director general de la FAO planteó que “los líderes mundiales y las personas de todo el planeta deben unirse en torno a nuestra convicción colectiva de que la alimentación es un derecho humano fundamental, y la paz, un requisito previo para la seguridad alimentaria”.

“La lucha contra el hambre no se trata solo de alimentos, sino de dignidad y de nuestra humanidad compartida”, por lo que debe aspirarse al logro de “una sociedad más justa, donde los pobres y los más vulnerables no sean descartados ni ignorados, sino que sean el foco de nuestros esfuerzos conjuntos”, expuso.

El pasado 1 de diciembre se inauguró en Roma el 179 período de sesiones del Consejo de la FAO, con un llamado al cambio de enfoque para acelerar el cumplimiento del ODS 2 de las Naciones Unidas.

En sus palabras a los participantes en ese foro, el director general de la entidad los instó a centrarse en las vías clave de transformación orientadas a abordar los desafíos más apremiantes que afectan a los sistemas agroalimentarios.

El alto funcionario se refirió al actual panorama de tensiones geopolíticas, inestabilidad económica, crisis ambientales y crecientes desigualdades sociales en un mundo que “se define por la superposición de crisis interconectadas, que ponen a prueba nuestra resiliencia y exigen una revisión y un rediseño radicales de nuestro enfoque”.

Hizo alusión a la aplicación estratégica de la Inteligencia Artificial (IA) por parte de ese organismo internacional, para optimizar las operaciones internas y aumentar su impacto, con un fortalecimiento de la colaboración dentro de las Naciones Unidas, incluida la puesta a prueba de aplicaciones seguras de IA Generativa.

La FAO “busca fortalecer su papel como centro neurálgico de las alianzas, profundizando las colaboraciones, lideradas por los países, para poder reducir la pobreza, el hambre y la desigualdad”, manifestó Qu en esa reciente intervención.

Ante los asistentes al acto en que se conmemoró el aniversario 80 de la FAO, el papa León XIV significó que “hoy estamos llamados a responder a una pregunta fundamental: ¿dónde estamos en la acción contra la plaga del hambre que continúa flagelando atrozmente a una parte significativa de la humanidad?”.

El Sumo Pontífice aseveró que cuando solo restan cinco años para el cumplimiento de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, “hemos de recordar con vehemencia que alcanzar el Hambre Cero sólo será posible si existe una voluntad real para ello, y no únicamente solemnes declaraciones”.

“En un tiempo en el que la ciencia ha alargado la esperanza de vida, la tecnología ha acercado continentes y el conocimiento ha abierto horizontes antes inimaginables, permitir que millones de seres humanos vivan y mueran golpeados por el hambre es un fracaso colectivo, un extravío ético, una culpa histórica”, consideró el Obispo de Roma.

“Esto no es casualidad, sino la señal evidente de una insensibilidad imperante, de una economía sin alma, de un cuestionable modelo de desarrollo y de un sistema de distribución de recursos injusto e insostenible”.

“¿Pueden los responsables políticos y sociales seguir polarizados, gastando tiempo y recursos en discusiones inútiles y virulentas, mientras aquellos a quienes deberían de servir continúan olvidados y utilizados en aras de intereses partidistas?”, cuestionó el papa León XIV.

La FAO hizo un balance objetivo de su gestión en su aniversario 80, con la convicción de que aún se mantiene lejana la meta de Hambre Cero planteada para el fin de la presente década, por lo que se requiere elevar la voluntad política a nivel mundial y destinar mayores recursos para alcanzar ese propósito.

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