
El Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar se consolida como la vía más rápida que tiene la provincia de Granma para producir alimentos, tras el impacto de ciclones y otros fenómenos meteorológicos extremos.
Un ejemplo es lo acontecido con el huracán Melissa que destruyó semilleros, canteros en los organopónicos y mallas de sombreo en los cultivos semiprotegidos, sin embargo, a dos meses ya se están obteniendo y comercializando producciones de hortalizas como la lechuga, la acelga, la espinaca y el cebollino.
El reto está en aumentar la producción de alimentos por todas las vías posibles con la recuperación del programa durante la campaña de siembra de frío, hasta lograr el autoabastecimiento de hortalizas, vegetales y condimentos frescos.
Potenciar las siembras de huertos intensivos, recuperar otras formas de modalidad productiva en los consejos populares y mantener el funcionamiento de las fincas municipales de semillas que posibiliten el abastecimiento en los cultivos de pepino, lechuga, acelga, quimbombó, berenjena y rábano, entre otros.
Asimismo, completar la fuerza de trabajo para ganar en estabilidad en cada unidad productiva y motivar a la incorporación de los granmenses, mediante la movilización popular que contribuya a la necesaria soberanía alimentaria.
