La sorpresa de la maternidad llegó a Danara Ladrón de Guevara Reyes el pasado primero de mayo, y junto a esta el orgullo de ser la primera fémina que dio a luz por parto natural en el Hospital Fe del Valle Ramos de Manzanillo, y la merecedora del homenaje del proletariado en la urbe.
Hoy, quedan en el recuerdo las intensas contracciones que desde las 12 y 30 de la mañana comenzaron a anunciarle la proximidad del mayor regalo de la vida, y sobresale el gusto placentero de sostener en brazos a su pequeña Geilin Marian Pavón Ladrón de Guevara, al que se suma en esta mañana la entrega de la canastilla Primero de Mayo.
Ella duerme, segura en el calor de mami, y no siente el ajetreo que invade su casa del reparto Barrio de Oro. Hombres y mujeres de los diferentes sectores de la sociedad manzanillera celebran su belleza y dan a sus padres y abuelos el obsequio.
“Este es el regalo que de forma desinteresada preparamos los trabajadores del territorio. Así, junto a la bendición de esta joven madre que tiene a su primer hija, reciban este aporte modesto con el que festejamos el nacimiento de una nueva manzanillera, que de seguro será una trabajadora del sector de la educación, siguiendo la tradición del seno familiar”, expresa Wilfredo Pérez Castillo, secretario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el municipio.
Sobre la mesa, cientos de pañales, biberones, tetinas, batas, mediecitas, toallas, jabones, y otros útiles de canastilla como una cuna, sillitas, cestas, orinales, llegados del aporte de los 17 sindicatos de la localidad, en representación de los 35 mil 634 trabajadores de esta región costera del Guacanayabo.
De la iniciativa, que desde la década del 90 surgió en Manzanillo, la joven madre de 21 años de edad refiere, desde la emoción, “me siento agradecida y feliz, es una idea que honra a las madres trabajadoras, y que se fortalece junto a la tarea que a diario desarrollan todos en sus colectivos laborales, en especial los médicos que nos asisten en el parto, que están pendientes al embarazo”.
Por su parte el abuelo materno, Luis Enrique Ladrón de Guevara Cabrera, asegura que “es un gesto hermoso del pueblo trabajador, de las secciones sindicales, de la CTC aquí, que es meritorio”.
Vuelven entonces las anécdotas de la bienvenida de Geilin al mundo, la repentina llegada a las 2:23 de la madrugada de este Primero de mayo, de su llanto, de sus 7.6 libras al nacer, de sus noches y días de sueño y tranquilidad, “mientras se siente llena, claro”.
Entonces el recordatorio de la abuela Adela Reyes Oduardo, desde las labores de la cocina: “le agradecemos principalmente a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, que sin él este gesto no hubiera sido posible, como la alegría de festejar cada Primero de Mayo. A todos los trabajadores, al personal de salud por la atención, y a quienes contribuyen con esa felicidad de nuestra hija”.
La joven madre Danara, profesora de Biología – Química en la Escuela Secundaria Básica Urbana Bartolomé Masó Márquez, sonríe al escucharles, y observa con detenimiento a su niña.
Al unísono, Geilin Marian Pavón Ladrón de Guevara sigue su sueño, y en ocasiones dibuja una sonrisa como si supiera cuánto representa ella para quien la sostiene y todos a su alrededor, como si reconociera la alegría por el presente de los trabajadores.