
MANZANILLO.- Poetas, escritores y artistas cubanos recordaron hoy aquí al bardo Juan Francisco Sariol, en ocasión de conmemorarse este lunes el aniversario 128 del fallecimiento de quien es considerado como el Mecenas de la cultura en esta ciudad.
En el contexto de la 44 edición de la jornada de poesía Manuel Navarro Luna, el más de medio centenar de bardos que participa en el evento peregrinó desde el Centro para la Promoción de la cultura Literaria hasta la sede de la antigua imprenta El Arte, que fundara y dirigiera Sariol.
Precedidos por la banda municipal de conciertos, los asistentes se conmovieron ante los vetustos equipos de la instalación, testigos del paso del tiempo y donde se editaron la revista Orto y hace medio siglo el libro Juguetería de Ensueños, bajo la firma de Juan Francisco.

“Manzanillo acogió a Sariol como a un hijo pródigo y él supo reciprocar ese gesto regalando cultura”, rememoró en sus palabras el periodista Pedro Vera Portales para remarcar que “viajó por Santiago de Cuba, Artemisa y La Habana, pero al parecer fue aquí donde encontró el clima para desarrollar sus potencialidades artísticas.”
“Juan constituyó un verdadero aglutinador. En estos tiempos que tanto se habla de la labor de los promotores culturales, siempre nos viene a la mente la fecunda trayectoria autodidacta que legó nuestro mecenas de pensamiento socialista y revolucionario”, aseguró Vera Portales.
Juan Francisco Sariol (1888-1968) se estableció definitivamente en Manzanillo en 1911, ciudad donde fundó La Defensa y dirigió Renacimiento, revista cuya efímera existencia sirvió de preámbulo a la salida, bajo su dirección, de Orto, de frecuencia semanal, ilustrada de ciencias, artes y letras cuyo primer número apareció el 7 de enero de 1912.
Los expertos la consideran como “fiel exponente, portavoz y órgano de la cultura” en la ciudad del Golfo de Guacanayabo y en ella tuvo la colaboraron de relevantes escritores cubanos y de otros países de América Latina.
Entre las principales obras del mecenas están La muerte de Weyler y Barrabás y los poemarios Zumo, Juguetería de ensueños, y otros poemas.
Murió en La Habana el 10 de agosto de 1968, dejando tras de sí una relevante obra que tiene como máxima distinción desde 1988 la instauración por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) del Premio Literario Juan Francisco Sariol que galardona al mejor suplemento literario del país.