Pioneros y jóvenes granmenses participarán mañana martes, a las 5:15 de la madrugada, en asalto simbólico al cuartel Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, hoy parque-museo Ñico López.

La celebración del aniversario 63 del ataque a la  otrora fortaleza militar y al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, suscitará en el histórico sitio cantos y poemas alegóricos a la gesta del 26 de julio de 1953, asaltada un un grupo de jóvenes de la Generación del centenario.

Integrantes de la organización pioneril realizarán un asalto simbólico uniformados de verde olivo, y otro grupo de escolares representará a los trabajadores y diferentes sectores sociales.

En la rememoración se prevé la entrega de varios carnés de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la colocación de una ofrenda floral en la estatua de Ñico López y la intervención de Gelquis Ricardo del Toro Pérez, primer secretario en funciones de la UJC en Granma.

El 26 de julio de 1953 avanzada la madrugada, varios jóvenes- en su mayoría de la capital y hospedados en el Gran Casino- se vistieron con uniformes de la dictadura batistiana para atacar el recinto militar.

A las 5:15 de la mañana inició la acción y los noveles fueron acercándose al cuartel para ocuparlo, pero al cruzar una de las cercas tropezaron con unas latas de conservas y el ruido puso sobre aviso a los guardias, por lo que falló el factor sorpresa del que dependía el éxito de la acción.

El débil armamento de los revolucionarios no podía enfrentar con efectividad el fuego de los militares, y después de alrededor de 20 minutos, decidieron retirarse.

Tras el enfrentamiento solo resultó herido Gerardo Pérez-Puelles y los asaltantes se dispersaron por varios lugares de la ciudad, donde recibieron apoyo de algunas familias bayamesas, pero lamentablemente capturaron a algunos y fueron vilmente torturados, bañando con sangre su actitud heroica.

El ataque al cuartel Carlos Manuel de Céspedes tuvo como objetivo apoyar el asalto al Cuartel Moncada y obstruir el envío de refuerzos por la carretera que comunicaba a Bayamo con Santiago de Cuba, donde estaba ubicado ese bastión militar.

La acción concebía un triunfo con el apoyo de las masas, por lo que se planeó como un hecho sorpresivo para desarmar al enemigo y pertrechar al pueblo, a fin de emprender con los cubanos dignos y patriotas la acción revolucionaria armada.