
La suroriental provincia de Granma, adoptó este 7 de noviembre, en ocasión del aniversario 40 de su constitución oficial, a otros dos hijos: el creador René Reyes Blázquez, y la periodista Marisela Presa Sagué.
La condición de Hijo adoptivo de la provincia que les fue otorgada, incluida en el sistema de estímulos aprobados por la Asamblea del Poder Popular en el territorio, se confiere a personalidades que, siendo naturales de otras partes del país o del exterior, hayan prestado a la provincia servicios distinguidos en cualquier esfera, que los hagan merecedores de la gratitud y el homenaje del pueblo granmense.
Reyes Blázquez, abrió los ojos a la vida en el poblado holguinero de Caridad del Sitio, San German, y poco después su familia lo trajo a Bayamo, para que aquel niño creciera –no podía ser de otra manera en esta tierra-, con la cabeza abarrotada de sueños e inquietudes.
Este hombre en el cual muchos han descubierto alma y pies de Quijote, luego de compartir en La Habana los secretos del Grupo Nacional de Pantomima, llegó a Manzanillo a laborar como instructor en la primera Casa de Cultura fundada en el país.
En esa ciudad, que transpira son, dirigió comparsas y grupos teatrales que con presentaciones en la urbe y en centros educacionales enclavados en el campo, lo hicieron merecedor de incontables lauros.
Blázquez nutrió su hoja de servicios cuando se desempeñó como Metodólogo provincial de la especialidad; fundó el Encuentro de teatro Paco Alfonso, preside el Consejo provincial de las Artes Escénicas, y crea la Guerrilla de Teatreros, un proyecto que durante 25 años le ha contentado el alma a cientos de habitantes de la Sierra Maestra.
Merecedor del reconocimiento La utilidad de la virtud, conferido por la Sociedad Cultural José Martí, de los premios de la cultura comunitaria, el del barrio otorgado por los Comités de Defensa de la Revolución y otros que lo sitúan como una de las prestigiosas y queridas figuras del sector cultural en el territorio, ha sido adoptado por Granma, aunque a decir verdad hace mucho tiempo ya se sentía granmense, y también Cespediano.
Marisela, la otra prohijada, no se sentía menos, aunque nació en Santiago de Cuba, y residió los primeros 15 años de su vida en Báguanos, también en la vecina provincia de Holguín.
Regresó a Santiago, se graduó de licenciada en periodismo en 1974, y comenzó su experiencia laboral al año siguiente en Radio Bayamo, emisora que la vio crecerse como escritora, conductora y directora de programas y comentarista de temas nacionales.
Precisamente, uno de los primeros procesos a los cuales dio cobertura reporteril, fueron las elecciones constitutivas del Poder Popular, y fue testigo, 40 años atrás, del acto donde nuestro Comandante en jefe, dejara constituidas las cinco provincias orientales, y se proclamara la institución de las Asambleas de ese órgano en todos los territorios cubanos.
Colega de opinión en ristre, con un sentido de la responsabilidad que ahuyenta el cansancio, fanática al trabajo en las redes sociales y al abordaje periodístico de los ciclones, Marisela ha zapateado, lo que se dice zapatear, la noticia.
Los cientos de granmenses que la respetan por su calidad y profesionalidad, la recuerdan, sobre todo, vinculada al emblemático programa informativo La última, que trascendió en los tiempos más duros del período especial, y después, como referente en la organización, previsión y exposición de sucesos noticiosos.
Convertida desde entonces en líder de opinión de los medios de comunicación de Granma, Chechela, como a algunas de sus compañeras se nos antoja llamarla, por respeto y amor, cumplió misión internacionalista en Guinea Ecuatorial, es poseedora de infinidad de premios en festivales de la radio a todos los niveles, de las medallas Raúl Gómez García y Félix Elmuza, de los sellos conmemorativos del 18 Congreso de la CTC, y de los 80 y 85 años de la Radio.
Granma le había otorgado antes la distinción Del Esfuerzo, La Victoria, y la Unión de Periodistas, le eligió apenas el pasado año, Premio provincial por la obra de la vida.
Cuando se conoció del nuevo reconocimiento del Gobierno, no pocos advirtieron que en verdad, ese no ha sido más que un acto oficial. La presa de Cuba (identidad en su blog) hace tanto es granmense, y ¡que granmense!