La Plaza de la Revolución de Bayamo, que hace alrededor de una hora acogió el homenaje póstumo del pueblo de la suroriental provincia de Granma, al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se vistió este 2 de diciembre de bandera.

Medio centenar de estandartes de todos los tamaños, réplicas de la bandera nacional, de la del 26 de Julio y de la enarbolada por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868, cuando dio inicio a las luchas por la independencia de Cuba, también rindieron tributo a nuestro máximo líder.

Ondeaban en todos los alrededores de la Plaza, colgadas en las paredes de edificios igualmente llenos de historia, enclavados en ese entorno, como las casas natales de los próceres Carlos Manuel de Céspedes; de Manuel Muñoz Cedeño, hoy museo provincial; la de Donato Mármol, actualmente casa de la cultura 20 de octubre, y la del autor del himno Nacional cubano, Perucho Figueredo, donde funciona en la actualidad una oficina de correos.

Insignias colgaban, también, de los balcones del antiguo Ayuntamiento, sede actual del Gobierno municipal, y en la otrora Alcaldía de Bayamo, lugar por donde comenzó el incendio de la ciudad, y donde presta ahora servicios al pueblo el restaurante Senado.

Ondeaban, igualmente, en cada árbol que cobija esa histórica plaza, la primera en llamarse en Cuba, Plaza de la Revolución, a propuesta del Padre de la Patria, y donde el Teniente Coronel Julián Udaeta, jefe Militar español de Bayamo, firmó la capitulación ante las fuerzas insurrectas, el 20 de octubre de 1868.

La bandera cubana marchó por primera vez en Bayamo, junto a la de Céspedes, cuando los patriotas entraron a la ciudad liberada de los españoles, y se cantó por primera vez nuestro Himno Nacional.

Desde que triunfara la Revolución cubana liderada por Fidel,  réplicas de esas insignias han ondeado permanentemente frente a las estatuas que perpetúan allí la memoria de Céspedes y Perucho Figueredo, y hoy, multiplicadas, rindieron tributo junto al pueblo, a nuestro invicto Comandante.