
Apenas ha transcurrido algo más de un mes del sonado triunfo de los Alazanes en la 56 Serie nacional (SN), acontecimiento que todavía retumba en cada rincón de la geografía de Granma y que, sin dudas, marcará un antes y un después no solo para el béisbol, también para el movimiento atlético en esta región del archipiélago.
Desde el 22 de enero pasado, no habían coincidido en un terreno tantas estrellas de la pelota aquí. De hecho, este sábado, el estadio Pablito Ríos Rincón, de Bartolomé Masó, resultó el espacio oportuno para convocar a varias figuras que dieron realce al mayor pasatiempo de los cubanos.
Entre nostalgias y alegrías, una pléyade de peloteros se dio cita en la localidad montañosa para revivir una época en la que muchos de ellos comenzaron a soñar con una corona, aunque siempre le fue esquiva.
“Por eso regresé, después de haberme ido. Siempre quise ser campeón con Granma”, rememoró el campechuelero Víctor Bejerano Morales, uno de los imprescindibles en la historia del béisbol granmense, el único con más de dos mil indiscutibles en SN.
Entonces, llegaron a la mente el temido trío Los mosqueteros que formó junto a su hermano Pablo y su primo Santiago Valerio; las estupendas demostraciones de Ernesto Guevara Ramos sobre el montículo; la entrega de Félix Benavides Castillo, entre innumerables recuerdos agradables.
Ellos y muchos otros integraron aquella generación que -con la división política-administrativa- dio a Granma la mejor actuación histórica en SN, el tercer lugar en la edición 28 (1988-1989), antes de la reciente coronación, siempre bajo la certera conducción de Carlos Martí Santos.
Pero este encuentro fue también el de la estrellas de la pelota actual que intervienen en la versión 41 de la Serie provincial. Por supuesto, no faltó el reconocimiento a los presentes que integraron la nómina de los Alazanes en la última edición de los clásicos cubanos.
Allí estaban, entre otros, el riocautense Lázaro Cedeño González y los yarenses Osvaldo Abreu Sánchez y Yulián Milán Santos, quienes aportaron bastante a la causa del equipo, aunque también se destacaron con sus selecciones municipales durante el primer tramo del campeonato de casa.

Por cierto, Cedeño González participó como invitado en el derby de jonrones y sacó seis pelotas de los límites, aunque fue Yan Rodríguez Sardiñas, integrante de Ganaderos (segunda selección bayamesa) quien ganó el concurso, con cuatro cuadrangulares.
Antes, Carlos Tornés Torres, de Campechuela, y el receptor Leonardo Plana Jaca, se impusieron en la carrera de home a primera base y en el tiro al barril, respectivamente.
Como colofón, el duelo entre los elencos del Cauto y del Guacanayabo, que concluyó con éxito para los primeros y pizarra final de 5×1. De esa forma, alcanzaron la décima victoria en estos enfrentamientos, con cuatro derrotas.
Así concluyó la fiesta en el que todos salieron ganando, porque ganó la pelota granmense y, lo más importante, demostró que sigue viva.




