
Mencionó que los expertos se dedicaron durante dos años a indagar en las propiedades nutricionales de la hoja.
Asimismo anunció que para iniciar una segunda etapa de investigaciones sobre los productos medicinales de la planta se requieren mayores volúmenes de coca. Dicho proceso será en Bolivia.
Según Pérez, existe una institución en el Chapare que podría consolidarse como centro de producción y estudio, en la cual laborarán especialistas de este país para continuar el trabajo realizado en Cuba.
Afirmó que el objetivo de la nación andino-amazónico es industrializar este producto, para el acullico y otros procesos como la elaboración de licores, como vino, el cual ya se fabrica en Francia.
La hoja de coca no es cocaína, es un producto natural que los ciudadanos bolivianos históricamente han consumido, resaltó.
El presidente Evo Morales promulgó el miércoles la normativa 906 en defensa de la hoja de coca, como recurso natural que representa la cultura milenaria del país.
La norma establece 14 mil 300 hectáreas en la zona de los Yungas, La Paz, y siete mil en el trópico de Cochabamba, y garantiza de por vida la siembra de este producto para su uso en el consumo tradicional, y los procesos de industrialización y exportación.
Advierte, además, que la planta en su estado natural no es droga y prevé el control estatal a la cadena de producción, comercialización, transporte, industrialización, exportación y apoyo a los cosechadores.
El nuevo precepto deroga el antiguo código 1008, vigente desde 1988, que regulaba regulaba la siembra de la planta, lo cual significaba la erradicación completa de la coca.