
Durante su intervención en el Consejo de Seguridad, Arnault ofreció detalles del primer informe trimestral del secretario general sobre la misión de seguimiento para la reincorporación a la sociedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
La segunda misión del organismo multilateral comenzó a funcionar el 26 de septiembre del 2017, después de culminar el acuerdo del cese el fuego, y ahora vela por la continuidad del proceso de paz, añadió.
En aquellos lugares donde ocurrieron asesinatos de excombatientes de las FARC-EP, la misión de la ONU ha desplegado a largo plazo más fuerzas de seguridad con el fin de allanar el camino a la instituciones civiles del Estado, precisó Arnault.
También hizo un llamado a reducir la violencia contra esas comunidades y sus líderes, así como a reforzar la lucha contra el narcotráfico.
La misión de ONU en Colombia evaluará periódicamente los resultados pues todavía son muchos los desafíos para la reintegración política de la exguerrilla en el contexto de las elecciones parlamentarias este año, indicó el representante especial.
Unos 14 mil excombatientes deben comenzar su vida normal en la sociedad y muchos de ellos han mostrado su disposición a dedicarse a las actividades de agricultura orgánica, subrayó.
El representante especial de la ONU para el proceso de paz en Colombia se refirió a los progresos en la destrucción de las armas de fuego entregadas por las FARC-EP, ‘aunque todavía el resultado es modesto’ y urge a continuar para que el armamento no caiga en manos de grupos ilegales.
En esta sesión del Consejo de Seguridad de la ONU participa el vicepresidente colombiano Oscar Naranjo, lo cual reafirma la voluntad del gobierno de Bogotá con la implementación del Acuerdo de Paz, señaló la misión de ese país suramericano en la organización multilateral.