
‘En dicha audiencia (Brenes y Álvarez), informarán al santo padre Francisco, la situación doliente y sufriente que vivimos los nicaragüenses y el impulso que le hemos dado al diálogo, en el que participamos a solicitud del gobierno y apoyados por la confianza de la población’, recoge el texto.
Asimismo, la jerarquía católica indicó que mientras los citados prelados estén ausentes, monseñor Bosco Vivas Robelo, obispo de la diócesis de León, asumirá la presidencia interina de la comisión de mediación y testigo del diálogo nacional.
La Conferencia Episcopal funge como mediadora y testigo en las conversaciones entre el gobierno y la llamada Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (de oposición), sobre cuyos resultados los nicaragüenses cifran sus esperanzas de paz para el país.
Desde el 18 de abril Nicaragua vive severa crisis sociopolítica, que estalló en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Tales reformas, acorde con denuncias, sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación y provocar el derrocamiento del gobierno sandinista.