
Víctor Ismael Armas Aguilar, conocido como El Nene de La Palmera, es un alto productor de cultivos varios, perteneciente a la cooperativa de créditos y servicios Israel Oliva, de Bayamo.
En su finca Media Luna, a las afueras de la ciudad Monumento Nacional trabaja en el proyecto de siembra de plátano de la variedad FHIA-04 con la tecnología del extradenso, la cual contribuye a una mayor producción de la demandada vianda.
Campesino vinculado a la tierra desde la niñez, aprendió los secretos de cómo cultivar la tierra junto al padre del que adquirió experiencias y amplios conocimientos, de manera empírica.
Armas Aguilar dijo que su objetivo es plantar 100 hectáreas, de forma escalonada, hasta concluir el plan en diciembre, haciéndole con disciplina las atenciones culturales, en particular, la limpia del área.
Aseguró que su disposición es ayudar a producir más alimentos por la vía de los altos rendimientos y que pudieran alcanzarse de 45 a 50 toneladas por hectárea, aplicando la ciencia y la innovación que acompañan a esta tecnología.
Insistió en que aunque las atenciones culturales las realizan con la tracción animal, sí necesita del combustible, para las labores de preparación de la tierra, el que comenzó a recibir, según lo pactado.

Entre las ventajas del método del extradenso, destacan el uso intensivo del suelo, utilizando altas densidades de plantación, el empleo del sistema de riego y la estabilidad que se logra con la producción y el suministro de vianda a la población.
Asimismo, contribuye al ahorro de los insumos, la vinculación del hombre al área, a la presencia de este renglón, a aumentar los ingresos monetarios del productor y, a la vez, disminuir los costos en la inversión.
Igualmente, la siembra escalonada ayuda a contrarrestar los efectos de los aires huracanados y como los campos se demuelen totalmente tras ser cosechados, se combate radicalmente la cigatoka negra, enfermedad que acosa al plátano.
Así, tras recorrer recientemente las primeras hectáreas de este destacado agricultor, bajo el principio de que vista hace fe, convence incluso a quienes no creen en las ventajas de plantar el plátano con el método de extradenso.
Trabajar la tierra de manera sostenible aplicando la ciencia, la técnica y la innovación, como propone la Ley de Soberanía, Seguridad Alimentaria y Nutricional, aprobada en mayo del año pasado, es la mejor solución.
Generalizar, como antaño, cuando Granma fue abanderada de esta tecnología en el país, tiene que convertirse en prioridad cimera para alcanzar el autoabastecimiento de viandas y dar al traste con la actual situación de carencia y altos precios por la que atraviesa el territorio.