Después de las cuatro primeras subseries del campeonato cubano de béisbol, los Alazanes de Granma apenas han podido ganar siete de 18 juegos y si mantienen la actual tendencia perdedora durante algunos juegos… será casi imposible que lleguen a los play off.
De sus cuatro rivales solo han dominado a Las Tunas, que paradójicamente es el campeón nacional. Comenzaron cayendo 2-3 con Holguín y Camagüey, después tomaron aire contra los Leñadores (3-2) y en su último duelo –que no fue completado- terminaron barridos por Industriales (0-3).
Casi todo ha fallado en el equipo, aunque vale decir que ha sido su pitcheo el peor departamento y el que más preocupaciones genera. A los lanzadores de Granma le hacen como promedio 5, 72 carreras limpias por juego, los contrarios le batean 316 y su whip es de 1,69, números que demuestran cuánto se ha ensañado la artillería rival.
Dos de las principales figuras del box de los Caballos, Sammy Benítez (0-3 y PCL de 7,32) y Yunier Castillo (1-3 y PCL de 6,75) casi no han podido aportar a la causa de su equipo. Tampoco ha estado efectivo otro de los iniciadores, Alexei Ricardo, aunque ha navegado con mejor suerte (2-1 y PCL de 7,82).
Varios relevistas también han sufrido castigo. Luis Miguel González (21,60 y promedio rival de 556) Yurisel Rivera (18,47 y 367) y Yurisen Blanco (15,43 y 417), son de los más bateados, pero en general los rescatadores no han andado bien.
Como si fuera poco César García, su principal abridor, (1-1 y 2,63 de PCL) se lesionó en la tercera subserie –habrá que cruzar los dedos para que se recupere lo más pronto posible- y Lismay Ferrales, quien en la campaña pasada obtuvo ocho victorias, no ha podido lanzar por molestias en el brazo.
En cuanto al bateo colectivo es de 283, tres puntos por debajo de la media del campeonato. Granma anota 4,66 carreras por partido, un guarismo que tendría que ser muy superior para apoyar a un pitcheo hasta ahora ineficiente.
Los pupilos de Marcos Fonseca López han pegado 18 jonrones, siete de estos son de Alfredo Despaigne y cinco de Guillermo Avilés. Así que en el aspecto de la ofensiva los Alazanes tendrán que mejorar también.
Claro, la salida a Panamá de Yulieski Remón, Leonardo Alarcón y Ernesto Pérez, quienes participan en el Panamericano con el equipo nacional sub 23, y las lesiones de Osvaldo Abreu y Darián Palma (esta de larga duración) ha debilitado el line up y no creo que se les pueda pedir a sus sustitutos prestaciones similares a los de estos cinco peloteros.
La defensa es hasta el momento el punto más fuerte, con 17 errores, 24 doble plays y 974 de promedio, pero no solo fildeando relativamente bien se gana.
¿Llegará la anhelada reacción de los Alazanes? Aunque todavía es temprano para emitir conjeturas la gira que comienzan a partir de este marte por Sancti Spíritus (12-8), Villa Clara (5-13) y Guantánamo (3-17), por ese orden, probablemente será decisiva en sus aspiraciones de enderezar el rumbo y comenzar a galopar.