Aleación de hierro y compromiso

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Por Denia Fleitas Rosales | 19 marzo, 2025 |
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Los operarios vierten de la cazuela a los moldes el hierro líquido que sale del horno a 1300 grados. FOTO/ Denia Fleitas

Cuando en los ingenios de la isla arranca la molienda de la caña, ya los hombres de la centenaria Fábrica Comandante Manuel Fajardo de Manzanillo han dedicado largas horas para asegurar la zafra.

“La nuestra comienza meses antes de iniciar la molida, porque tenemos la honrosa misión de garantizar las piezas y repuestos para el desarrollo de la campaña azucarera en cada uno de los centrales. Lo hacemos a pesar de las dificultades, porque tenemos claro que es un compromiso, no sólo con Granma, sino con toda Cuba”.

Así, cuando en las pesadas máquinas brota el zumo de la dulce gramínea y se convierte luego en azúcar, cuando la abuela endulza con sus granos el café, también lleva en ellos la mezcla del sabor del sacrificio y la entrega del colectivo de esta Unidad Empresarial de Base, perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (Zeti) del grupo Azcuba.

LA COLADA

Mario Enrique Escalona Cordera, director de la industria, recuerda las 12 horas nocturnas del último día de colada de piezas pesadas. Entre el agitado ir y venir por el apremio de moldear los siete tambores, para darles luego forma y dejar listas las mazas, trascendía una pieza clave: “la consagración al trabajo de cada uno de los nuestros.

“Los trabajadores amanecieron en faenas de fundición, desde el día antes a las 9:00 de la noche hasta igual hora de la mañana del 10 de octubre. Bastaba observar sus rostros para sentir la satisfacción de ver el hierro líquido caer en los moldes sumergidos en el foso con agua y el éxito de la colada.

La reacción, sin sorpresas, es común entre quienes ya han aprendido a dedicar días y noches a estas faenas por su alto sentido de pertenencia y el apego a lo que, más que un trabajo, es profesión y tradición en la ciudad del Golfo de Guacanayabo.

En un horno de cubilote de mil 500 milímetros, del área de fusión tradicional, los obreros transforman 120 toneladas de hierro en rodillos de gran tamaño, que identificados como mazas cilíndricas ranuradas superior, inferior, cañera y bagacera, permiten la compresión de la caña para extraer su jugo mediante presión hidráulica.

Con oscilaciones de peso entre 12 y 17 toneladas, según el tipo de central, suponen a la manufactura elevados consumos de materias primas. De igual manera, las obtenciones semipesadas del horno de 915 milímetros, donde adquieren forma los coupling, raspadoras, catalinas, sinfín, usillos, puertas de caldera, y demás útiles de repuesto.

Las 14 mazas elaboradas en 2024 en Talleres Fajardo, como se conoce popularmente, se destinaron a los cinco centrales azucareros del oriente cubano, que despliegan la contienda 2024-2025: Argeo Martínez de Guantánamo; Dos Ríos de Palma Soriano en Santiago de Cuba; Fernando de Dios en Báguano, provincia de Holguín; Antonio Guiteras en Puerto Padre, Las Tunas; Carlos Manuel de Céspedes, de Camagüey.

Además, suplen los intereses del ingenio Enidio Díaz Machado, localizado en el municipio de Campechuela de esta suroriental provincia de Granma, cuyo encargo actual es producir cerca de 20 mil toneladas de azúcar para la canasta familiar normada de los granmenses, y para otros consumos sociales.

En el taller de maquinado, hombres como Eduardo González Martinell, permanecen desafiantes a los largos períodos sin energía eléctrica. A intervalos realizan las faenas de escalado, enguije, rayado y definición de dientes de las futuras mazas de repuesto, aún pendientes del acabado.

Su historia tiene como sustento el legado de un padre que desde los 16 años convirtió a los Talleres Fajardo en su casa. Honro su memoria con mis más de 20 años dentro de la entidad, con la pasión por lo que hago, la tristeza cuando la máquina está rota, y la consagración en las horas de electricidad para que todo cuanto dependa de mis manos sea con calidad, afirma.

Pese a la obsolescencia de las máquinas herramientas que sobrepasan las ocho décadas de explotación, “los hombres estamos firmes, expresa Wilfredo Ramos Arévalo. El obrero se va cuando no hay corriente y cuando está el servicio retorna, aunque sea de madrugada, porque cumplir con los compromisos es una meta inalterable, así como el deseo que se produzca más azúcar”.

Ello impulsa el tributo de accesorios del colectivo también a los colosos del occidente de Cuba, cuyos intereses competen a su homóloga ubicada en Sagua la Grande, Villa Clara. Precisamente ahora tenemos en moldeo recambios de raspadoras y coupling para los centrales Boris Luis Santa Coloma, de Mayabeque; Jesús Sablón Moreno (Rabí) en Matanzas, y ya se realizaron para Cienfuegos y Villa Clara, puntualiza el ingeniero Víctor Suástegui Figueredo, jefe del grupo técnico productivo.

IMPULSORES PARA TODA CUBA

El alcance nacional del encargo estatal de esta UEB aseguradora del Grupo Azucarero Azcuba, con impacto en los 15 centrales en activo en el país, procede de las bombas centrífugas y de simple succión de impulsor abierto o cerrado, que varían de una pulgada y media hasta seis, cifras determinantes de la velocidad y presión del líquido a su salida.

En la línea moderna de inducción ven la luz los cuerpos, anillas, pedestales, tapas, impelentes o impulsores, elementos de dichos sistemas de bombeo; mientras que en el taller de maquinado se ocupan del ensamble y acabado de los útiles para el trasiego de fluidos en los procesos industriales azucareros.

Somos líderes, los únicos que las elaboramos en Cuba y aunque han disminuido hasta 250 las previstas para este 2025, estamos siempre prestos, comenta Oscar Luis Noguera Palomino, jefe de brigada de área de bombas, quien acumula 34 años de trabajo en la Comandante Manuel Fajardo.

Con estas, una vez concluidos nuestros compromisos de zafra, nos insertamos con encadenamientos y contratos a terceros. Según la capacidad de altura y la carga, más el motor que se ensamble, podrían impulsar una amplia gama de fluidos. Ya lo experimentamos con la Central termoeléctrica Máximo Gómez del Mariel.

Se nos solicitaron 16 bombas centrífugas de dos tipos (2 CRVL y 3 CRVH) para diferentes procesos productivos y quedaron satisfechos, confirma Suástegui Figueredo, lo que es una puerta para futuras contrataciones con otros organismos y empresas. Ello les permitirá ampliar los ingresos y superar los tropiezos del plan en 2024, lapso en el que generaron más de dos millones de pesos en término de utilidades.

NUEVOS HORIZONTES

Las afectaciones eléctricas, roturas en los equipos, limitación de combustibles, carencias de materias primas esenciales, como la arena sílice procedente de Santi Spíritu, el cemento P350, la escasez de chatarra en el región oriental, cuestiones contractuales que impidieron a principios de año el acceso a la miel derivada de la caña para el moldeo, laceraron sus planes productivos incluso durante el mes de febrero.

A pesar de las limitaciones, los cerca de 170 obreros de la otrora Fundición Bofill, fundada en 1917, buscan alternativas para un mayor rendimiento económico de la industria.

Proyecciones de encadenamientos con la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox) de Las Tunas, perspectivas de avance científico-tecnológico mediante un proyecto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Holguín relativo a la fundición de masas, y la recuperación del proceso de confección de bombas al vacío para la sustitución de importaciones, de las cuales están disponibles el proyecto para su iniciación en abril, señalan los nuevos horizontes.

Repetir y sostener el logro de enero, un cumplimiento de 147 por ciento, en el año del 108 aniversario de la Comandante Manuel Fajardo Rivero, es una pauta de la factoría para recuperar su posición como puntal dentro del territorio manzanillero y el país.

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