
Actualmente, las actividades teatrales se han revelado como poseedoras de gran utilidad a la hora de desarrollar capacidades y habilidades en los individuos.
El grupo infantil Los Andantinos forma parte del Teatro Andante, que tiene 32 años de labor y siempre ha estado vinculado al trabajo comunitario.
LA SEMILLA
Las voces infantiles y el ruido de pequeños pasos colman la sala bayamesa de teatro José Joaquín Palma. Los niños y adolescentes del grupo teatral ensayan para su próxima presentación.
Los Andantinos, a cargo de Adis Nuvia Martí Cid y Mileydy Jiménez Fiffe, fue creado en septiembre de 1998, y conforman la pintoresca pandilla 40 integrantes, con edades que oscilan entre tres y veinte años.
El Hada de Los Andantinos, como cariñosamente llaman a Adis Nuvia Martí Cid, tuvo su formación como instructora de arte en la escuela de El Yarey, en Jiguaní.
“Cuando mi hija tenía tres años, comencé a trabajar con su grupo de Educa a tu hijo, como instructora de arte y ese fue el primer paso”, relata.
“Más tarde, inicié un proyecto en la escuela primaria Manuel Ascunce Domenech, que decidimos sumar al grupo Teatro Andante de forma permanente.”
Mileidi Jiménez, también graduada de la Escuela de Instructores de Arte, aunque siempre estuvo vinculada, se incorporó a la iniciativa, de forma permanente, hace algunos años.
“Adis se ha hecho dueña de los pequeños y yo de los más grandes. Tratamos siempre de congeniar los intereses de ambos rangos de edades, así unos aprenden de los otros, que es una de las metas esenciales, el aprendizaje”, refiere Jiménez Fiffe.
El repertorio del colectivo teatral comprende obras de Blanca Felipe, Dora Alonso y José Martí, -figura indispensable en la formación de valores-, y su elenco ha tomado parte en importantes eventos culturales del territorio, como galas, conmemoraciones, giras, espectáculos y eventos.
LOS NIÑOS Y EL TEATRO
El teatro constituye una de las más valiosas y antiguas formas de hacer arte. Como muchas otras vertientes, dicha manifestación ha acumulado millones de seguidores a lo largo de los siglos, por lo que no resulta sorprendente que su práctica se convirtiese en una de las actividades extraescolares predilectas de los niños.
Según la Revista Social Fronteriza (2024), las artes escénicas son una herramienta valiosa, que permite a los infantes explorar y expresar sus emociones, desarrolla la creatividad y mejora la comunicación.
A tono con esta afirmación, comenta Martí Cid: “Nuestro principal objetivo es ayudarlos a formar su personalidad, cualidades y valores. Que a partir del teatro adquieran múltiples habilidades que les permitan desenvolverse mejor en la escuela, en el hogar y en la sociedad”.
LA INCLUSIÓN
Cuando una persona con discapacidad intelectual culmina la escuela, ¿cómo encaminar su futuro? Es un momento que puede despertar temores, tanto en la familia como en el propio alumno.
Afortunadamente, no son pocos los espacios en los que la inclusión sucede de manera efectiva, despertando en el sujeto intereses y habilidades valiosísimas.
El acceso al arte y la cultura es un punto clave plasmado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de la ONU. El artículo 30 destaca el derecho de los discapacitados a participar en igualdad de condiciones en procesos artísticos e intelectuales.
Un ejemplo de ello lo constituyen Fernanda Vázquez Moreno, Hansel Camacho Ocaña y Sapdiel Rosales González, jóvenes discapacitados que forman parte de Los Andantinos.
“Siempre estuve interesada en que la niña participara en un proyecto que le permitiera abrirse camino, no solo artísticamente, sino también en la vida cotidiana”, expone Adriana Moreno Hernández, madre de Fernanda.
“Hansel se ha desarrollado infinitamente desde que ingresó al grupo, es feliz, muy feliz”, comenta Gisel Ocaña, mamá del joven.
La implementación de talleres de arte, como forma de acompañamiento y apoyo a personas con discapacidad intelectual, es importante para su integración a la vida social.
RISAS Y SUEÑOS
Resulta imposible no contagiarse de las risas de los pequeños, la algarabía y felicidad que reflejan sus sonrisas cuando, bajo las enseñanzas de sus instructoras, desempeñan los roles asignados.
Para nadie es un secreto que trabajar con infantes requiere paciencia y amor, cualidades notables en estas dos hadas del teatro, ocupadas de hacer cumplir los sueños de sus pupilos.