Intercambiar con miembros de la comunidad sorda de Granma es altamente gratificante, al ser liderada por la Asociación Nacional de Sordos de Cuba logra un desarrollo en ascenso, aunque no exento de dificultades.

Imponderables como la falta de combustible, tan incidente en la transportación no han impedido que la presidencia del consejo provincial mantenga contacto regular con las asociaciones de base.

Como otras tantas organizaciones ellos “dividieron” la geografía local en dos vastas regiones: la costera y la del Cauto, por ello los miembros del consejo pueden partirlo en varias aristas y atender mejor a su membresía, quizás no de la manera ideal, pero sí para que estos se sientan representados atendidos, amados.

¿Dificultades? Pueden llover, pero no son aguaceros que no escampen, sino que de conjunto con las organizaciones de apoyo, en especial las direcciones municipales de Trabajo y Seguridad Social, el Partido y el Gobierno y las asociaciones nacionales  hermanas  del Ciego y de Limitados Físico Motores van dejando atrás los problemas.

¿Qué no tienen soluciones aceleradas en las manos?¿Quién las tiene en la actualidad? Pero lo importante es que los miembros de la Ansoc no detienen su marcha.

Tela hay mucha por donde cortar en positivo y en negativo, pero son destacables los resultados en Rehabilitación, Deporte, Cultura, Educación; sí golpea la fluctuación laboral, en especial de intérpretes de lengua de señas cubana, pero la maquinaria “resolvedora” no se detiene y el consejo provincial se enfrasca  en la formación de nuevos especialistas.

Puede decirse, hablando en términos beisboleros, que la comunidad sorda granmense batea para todos los jardines y con bastante buen promedio.

Quien se atreviera a pensar que  su mundo es de tristeza  se equivoca: en sus espacios productivos y festivos reina la alegría y el deseo de derribar obstáculos, su voz colectiva habla más alto y coherente cada día.