
Un llamado a amarnos más y permanecer unidos en estos momentos difíciles que atraviesa nuestro país, les hizo Yanaisi Capó Nápoles, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Granma, a líderes religiosos del territorio.
En el encuentro sostenido este jueves, en la sede del Comité provincial del PCC, la dirigente política explicó a quienes guían a los hombres y mujeres de Fe, que el Partido y el Gobierno tienen interés de mantener un diálogo cercano y cordial con las instituciones religiosas, las cuales contribuyen a un ambiente pacífico y amigable en la sociedad cubana y granmense, pues todas de una forma u otra conciben el amor a nuestros semejantes entre sus principales máximas.
Las intervenciones de los líderes comenzaron, por iniciativa propia, con una oración a Dios para que bendiga al pueblo cubano y sus dirigentes en estos tiempos complejos que atraviesa la nación, y se proyectaron por trabajar en favor de una mejor sociedad desde sus diferentes creencias.
También se pronunciaron por pedirles a otros hermanos que radican en el extranjero -porque existen religiones internacionales- que se solidaricen con Cuba no solo enviando recursos que pueden ayudar al país, sino exigiendo que se levante el bloqueo económico contra nuestra nación, y las medidas que lo hacen más cruel e inhumano.
Asimismo, reconocieron la importancia de trabajar con los jóvenes religiosos, porque ellos también son un sector vulnerable, los cuales pueden ser el blanco de las ideas opositoras, divisionistas y desestabilizadoras que intentan sembrar por doquier, todos los que quieren la destrucción del sistema político que los cubanos hemos elegido vivir.
Otros alegaron que Estado e Iglesia, deben ir como lo están haciendo -cogidos de las manos- porque ambos viajan en el mismo barco que se llama Cuba, “Y no queremos que ese barco naufrague”.
Un mensaje claro dejó un líder cristiano: “Si vivimos en Cuba es porque así lo quiso Dios, y donde nos sembró nuestro creador, debemos florecer”, palabras que encierran un gran mensaje de dar lo mejor de nosotros, a la sociedad que tenemos por cuna y casa.