
Temas vinculados al desarrollo económico y las políticas sociales centró la evaluación del Pleno del Comité provincial del Partido Comunista de Cuba, en Granma, que sesionó, en reunión ordinaria, ese sábado 21 de septiembre, en Bayamo.
Eddie Galán Jiménez, miembro del Buró provincial del organismo político, quien presidió el encuentro, significó la trascendencia de seguir discutiendo los asuntos, que más preocupa a la población, misión que le corresponde al Partido.
Galán Jiménez instó a dar una repuesta a la convocatoria que hiciera la máxima dirección del país en el reciente Pleno extraordinario, efectuado en Manzanillo, para en lo que queda de año, ponerle una impronta superior al trabajo.
¨ No nos queda ninguna duda, que esta es una provincia de gente consagrada y revolucionaria, pero tenemos que buscar efectividad y claridad en las acciones que nos van a llevar a un resultado diferente.¨
La valoración sobre el control, impulso y exigencia, desde las estructuras partidistas, en el cumplimiento de los indicadores de la economía y el presupuesto inició el debate, en el que se llamó a concretar compromisos, aplicar alternativas y desterrar justificaciones , ante las limitaciones de recursos.
Las acciones de aseguramiento político, a la venidera zafra azucarera, propiciaron la intervención de varios miembros del Pleno, quienes las aprobaron y definieron ponerlas en práctica de inmediato, para llegar a la cosecha con mejor situación.
Se pronunciaron, por crear las condiciones y lograr una adecuada atención a la fuerza de trabajo para tener los colectivos azucareros motivados y comprometidos, además de rescatar la movilización popular hacia toda la actividad, como resorte ideológico y de combate en la batalla económica.
El Pleno valoró el seguimiento dado a la ejecución a la política energética, con la construcción de cuatro nuevos parque fotovoltaico para generar la energía eléctrica solar necesaria y poder la provincia autosatisfacerse a mediano plazo.
Igualmente, el Comité provincial profundizó en lo concerniente a la formación y atención de la nueva generación, lo cual rebasa la responsabilidad institucional y ha de asumirse, desde los espacios del Partido y Gobierno, con la instrumentación de la política integral de la niñez, adolescencias y juventudes, que incluya la imprescindible presencia de los jóvenes en tiempos diferentes.