
A sus 24 años, Antonio de Jesús González Leyva tiene aval para llenar varias páginas autobiográficas. Ha sido el clásico estudiante-orquesta en la Universidad de Granma, donde pronto se graduará como licenciado en Gestión Sociocultural para el Desarrollo.
Fue un participante activo en numerosos eventos científicos, artista aficionado en los festivales culturales de la Federación Estudiantil Universitaria, dirigente de esa organización en varios niveles, integrante de plataforma feminista La Cuarta Lucía…
Además de eso, tiene un índice académico cercano a 5 puntos y este año mereció el Premio de la Rectora en la categoría de estudiante de mayor contribución a la investigación científica, tecnológica y la innovación.
Ahora mismo reconoce con una sonrisa que en su sed de investigación influyeron, fundamentalmente, dos personas: la máster Ana Elisa Gorgoso Vázquez y su actual tutora, la doctora en Ciencias Yuleidys González Estrada. Ambas lo impulsaron desde primer año a indagar más allá del contenido de las clases.
A partir de ahí también llegaron los exámenes de premio (suma casi 20); la asistencia a talleres “tanto a nivel de base, provincial, nacional e internacional”.
Antonio explica que tuvo una formación artística. Estuvo en la Escuela Nacional de Arte cuando era adolescente. Al empezar la carrera quería cambiarse para Historia del Arte, “pero terminé enamorándome de Gestión Sociocultural”.
Él, quien llegó a estudiar piano en la adolescencia, reconoce que “la vida tiene una pluma imparable”, capaz de trastrocar muchos planes, porque al principio deseaba ser alumno ayudante de Pensamiento filosófico cultural y, al final, fue de la asignatura Políticas públicas y sociales.
“Otra de las cosas que me cambió mi forma de ver el mundo: la Cuarta Lucía. Es una plataforma feminista de promoción sociocultural. Un buen día me asomé vi que solo eran mujeres y entonces comencé a darle cabeza al asunto; me senté con la coordinadora, Yuleidys González, y me explicó que la plataforma tenía como primicia la descolonización cultural respecto al patriarcado. En realidad la cultura patriarcal no solo afecta a mujeres, los hombres también somos víctimas de ella. Y nada, soy el primer Lucio de esa plataforma”, cuenta.
Para este joven, residente en el reparto bayamés Jesús Menéndez, sus padres, Antonio González Capote y Dianelis Leyva Vega, han sido orientadores esenciales a cada paso. También lo gratifica la presencia de su hermana, Arletis de la Caridad González Leyva, quien se alegra con todos sus laureles.
“Hay otra persona, muy especial, que ha sido como mi segunda madre, Aracelis Hernández Delgado, quien fue mi profesora de piano. De no ser por ella no estuviera contando mi historia. Marcó un antes y después en mí. Ha influido en todo, en lo académico, en lo emocional, en mi manera de ver el mundo”, acota.
Por el influjo de sus progenitores, pedagogos de varios años, y de esa profesora, Antonio tiene entre sus deseos el de quedarse en la Universidad para ayudar a formar nuevos profesionales.
Al final , cree que allí será más útil. Y que representará un orgullo trabajar con sus profesores, a quienes tanto agradece, al igual que a sus compañeros de estudio.
“A mí me han ayudado hasta las piedras en el camino”, dice mientras vuelve a sonreír. “Eso nunca lo voy a olvidar”.