Tras el derrocamiento del tirano Gerardo Machado, Antonio Guiteras ocupa el cargo de Ministro de Gobernación en el gobierno provisional de Grau San Martin, y logra aprobar varias leyes en beneficio popular que tienen un marcado carácter antimperialista.
Entre ellas está la nacionalización del trabajo, fijándose en ocho horas diarias la jornada laboral, un aumento de los salarios mínimos, creo el sistema de seguros y la jubilación de los trabajadores, concedió el voto a las mujeres en las elecciones, realizó la convocatoria para realizar una Asamblea Constituyente y promulgó la rebaja de los precios de los artículos de primera necesidad.
También se creó la Reforma Universitaria, y la medida más elogiada es la intervención de la Compañía Cubana de Electricidad, anexa al monopolio estadounidense Bond and Share, el 14 de enero de 1934.
Todas estas medidas beneficiaban al pueblo trabajador y humilde y a la vez indicaban el sentimiento antiimperialista, de Guiteras, quien expresó: “… tengo la satisfacción de haber llevado a la firma del presidente Grau, los decretos que atacaban más duro al imperialismo yanqui…”
Antonio Guiteras integra un gabinete muy complejo del que forman parte elementos reformistas y reaccionarios como el propio Grau San Martín y Fulgencio Batista, jefe del ejército y amigo cercano del embajador estadounidense Summer Welles, que respondían a los intereses norteamericanos.
El joven revolucionario no era del agrado de Washington, por lo que la intervención de la compañía eléctrica provoco disgustos en las altas esferas norteamericanas.
La compañía pasa a manos del pueblo cubano, sin embargo el 15 de enero, el Coronel Fulgencio Batista y sus aliados derrocan mediante un golpe de Estado al Presidente Ramón Grau San Martín, quien solo estuvo en el poder alrededor de cien días. Por lo tanto Antonio Guiteras Holmes quien era Ministro de Gobernación, pasa a la clandestinidad para proseguir la lucha.
De esta manera se instaura un gobierno títere, lacayo cuya finalidad tenia entregar todos los negocios a los monopolios yanquis.
Desde la clandestinidad Guiteras continua la lucha hasta que fue asesinado el 8 de mayo de 1935 por el ejército batistiano.
Al decir de Raúl Roa en su libro La revolución del 30, se fue a bolina, expresó:
“…así se perdió la figura más empinada, el ánimo mejor templado, la voluntad más indomeñable, el brazo más enérgico y el espíritu más puro del movimiento nacional revolucionario.”