
Allí estaba con esa gracia infantil que provoca la atención y el cariñoso saludo.
Inquieto e inteligente lo encontré al acecho para que no se le escapara el arribo de los electores cuando venían a votar ante la urna.
Quería cumplir bien con la misión que le encomendara su organización de pioneros José Martí de custodiar por primera vez el desarrollo de las elecciones en el colegio enclavado en el Joven club de computación construido por la Revolución en el reparto bayamés Jesús Menéndez.
Al preguntarle con rapidez me dijo: “Me llamo Ariel Fonseca Fombellida, tengo siete años, estoy en segundo grado y mi escuela es el seminternado 4 de Abril “.
Arielito me confesó que va bien en los estudios, le gusta la pelota, el fútbol; también los muñequitos y los videos juegos.
Y que te dicen papá, mamá y los abuelitos: “Se sienten orgullosos de mí”.