
Para el Máster en Ciencias, arquitecto Alfonso Alejandro Carulla Figueredo, este año es el de su consagración como profesional al recibir, el 15 de marzo, el Premio Nacional Vida y Obra, de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc).
Ante el hecho de que fue el Héroe de la República de Cuba y presidente de la Unaicc, Antonio Guerrero Rodríguez, quien le entregó el estímulo, Carulla Figueredo exclama: “¡Qué más le puedo pedir a Dios y a la vida!”
Transcurrido solo poco más de un mes de ese acontecimiento, este 25 de abril el Centro provincial de Patrimonio en Granma, le reconoció vida y obra, “por su destacada labor en la investigación, conservación y defensa del patrimonio inmueble del municipio de Bayamo”.
Carulla Figueredo nació en El Cacao, zona rural del municipio de Jiguaní, y en la actualidad es especialista en precios de la Empresa de Construcción y Montaje, Coingex, de Granma, cuya dirección radica en la Ciudad Monumento.
Al preguntarle la ACN ¿por qué arquitecto?, Alfonso Carulla responde que le parece que nació con esa vocación, pues “recuerdo que cuando tenía tres años, más o menos, yo decía que iba a ser arquitecto para hacerle una casa a mi abuela materna, Encarnación Rodríguez Cámbara.”
También le gustaban las especialidades de psicología, economía e ingeniería mecánica. “En esta última creo que me hubiera equivocado”, añade.
Su estreno como profesional, en 1981, fue en una unidad militar, en la cual realizó “un proyecto importante de ingeniería, un maquinodromo, especie de carretera con puentes y zonas donde hay minas”.
Transcurridos 12 meses de graduado, quiso realizar una misión internacionalista, pero no lo aceptaron por no cumplir el requisito de tener dos años de experiencia laboral.
Al año siguiente hizo realidad tal propósito. “Cuando vi que el avión se elevó, me dije: parece ser que ahora sí me voy para Angola”.
En la nación africana estuvo dos años en Sumbe, capital de la provincia de Cuansa Sur, como jefe técnico de un programa de construcción de 300 viviendas que vio terminadas.
“Fui, puntualiza, como constructor, pero allá había guerra y estuve con el fusil todo el tiempo. Estoy satisfecho, muy contento de haber ido”.
Durante los más de 36 años como especialista de obras de arquitectura, y asesor, en empresas granmenses del Ministerio de la Construcción, Carulla Figueredo dirigió 24 proyectos de edificaciones públicas, y varios de viviendas de compañeros de trabajo, por los que no les cobró “ni un centavo”.
Fue el jefe técnico de las partes agregadas a la Plaza de la Patria, en Bayamo, las cuales “había que entregarlas a las 4:00 de la tarde, ni un minuto después, del 24 de julio de 2006”, listas para celebrar el acto central nacional por el aniversario 53 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Ser, declara Carulla Figueredo, un individuo “amante de las antigüedades, del pasado, de las obras de arte”, lo motivó a pasar, primero, cursos, y después, una maestría, sobre rehabilitación y conservación de patrimonio.
En su abundante quehacer en defensa de inmuebles patrimoniales, sobresalen el proyecto de conservación y rehabilitación del Instituto politécnico General Luis Ángel Milanés Tamayo, y el de conservación, el cual asesoró, de la casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, ambas en Bayamo.
El primero citado obtuvo, en 2013, mención, y el segundo ganó, en 2014, Premio de Conservación de Monumentos, uno y otro a nivel nacional.
En ediciones de la Conferencia internacional de los pueblos y sus culturas, el evento teórico La sangre generosa, talleres de urbanismo, congresos sobre la conservación de patrimonio y de arquitectura, en los que ha presentado ponencias, “porque tengo que pulirme y aprender”, Carulla Figueredo plantea preocupación por la forma en que se construye en la actualidad.
Interrogado por la ACN sobre cuáles insatisfacciones tiene, responde que en el caso particular de la ciudad de Bayamo “no tenemos arquitectura. Se hacen construcciones, pero no arquitectura, la cual se obvió, descuidó, olvidó, por las autoridades y organismos correspondientes: Planificación Física, ahora Ordenamiento Territorial y Urbano, la Vivienda, y otros”.
Carulla Figueredo es un activo miembro de la Unaicc desde su fundació, en 1983, ha tenido responsabilidades a nivel de base, provincia y nación.
La organización le ha servido, refiere, “para capacitarme mediante cursos y proyectos. Me ha dado mucho y yo le he dado a ella”.
Carulla Figueredo insiste en que la mayor parte de su trayectoria laboral, que incluye la actividad docente, “es como constructor, a pie de obra”, de lo cual se enorgullece.