En el encuentro participaron miembros de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, capítulo Ecuador, y representantes de la delegación cubana asistente a la IX Edición de la Feria Internacional del Libro Quito 2016.
Mientras, por Cuba, país invitado de honor de la fiesta literaria quiteña, participaron la viceministra primera de Cultura, María Elena Salgado, la directora de la Cámara Cubana del Libro, Aleyda Acosta, el editor y escritor Edel Morales y el historiador y ensayista Elier Ramírez, parte de la delegación del archipiélago caribeño a la Feria.
Luego de intercambiar sobre el quehacer de ambos países en el plano de la creación, se centraron en los temas que impactan el desarrollo social de los pueblos de América Latina y las acciones a desarrollar, desde la cultura, para respaldar la lucha por el bienestar de la región.
Durante el análisis surgieron ideas, respaldadas por todos como generar mayor articulación entre intelectuales y artistas mediante la promoción de eventos y la creación de blogs para plasmar ideas mediante la palabra, caricaturas y otros medios, a fin de alzar la voz en defensa de la humanidad en momentos de golpes de estado y ataques a la región.
Los presentes coincidieron en la necesidad de realizar más acciones desde la Red para involucrar a las nuevas generaciones en la lucha por el rescate de la historia y por fomentar el conocimiento sobre los procesos en marcha en el continente.
‘No necesitamos ser cientos, unos pocos podemos atraer a cientos, a miles de personas. En el retraso está el peligro, debemos actuar’, afirmó María Augusta Calle, periodista y política ecuatoriana.
‘Este es un momento político muy importantes y debemos estar atentos de lo que pasa en países hermanos como Venezuela, Colombia, Brasil, en toda Latinoamérica’, indicó en declaraciones a Prensa Latina el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
A su juicio, es necesario trabajar en conjunto desde todos los frentes, incluida la creación artística, para dar una respuesta coherente ante el ataque externo, convertido en lo que el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, definió como el Nuevo plan Condor.