
El cuerpo celeste, considerado potencialmente peligroso por su cercanía con la Tierra, pasará mañana a unos cinco millones de kilómetros, señaló la publicación.
Según los pronósticos de la agencia espacial estadounidense (NASA), la roca continuará su trayectoria de forma segura sin posibilidad de impacto.
La NASA mantiene un registro de este y otros objetos próximos a la Tierra (NEOs por sus siglas en inglés) con el objetivo de detectar cualquier amenaza.