Astigolf, proa reforzada al futuro (+ fotos)

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Por Denia Fleitas Rosales | 1 febrero, 2025 |
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Los Boniteros y Enviadas de plástico reforzado con fibras de vidrio del Astillero Astigolf Andrés Luján Vázquez, de Manzanillo, mejoran las condiciones de los pescadores que realizan faenas de pesca en altamar/ FOTO Denia Fleitas Rosales

A orillas del Golfo de Guacanayabo un colectivo de manzanilleros construye, con sus manos e ingenio, gigantes de plástico que surcan las aguas del mar. Las imponentes estructuras de 18.90 metros de eslora rompen las olas con el sello de la Unidad Empresarial de Base Astigolf Andrés Luján Vázquez.

Con una historia que habla de hombres y mujeres consagrados a edificar sueños navales, este coloso perteneciente a la Empresa de Proyectos, Construcciones y Servicios Navales, Ceprona, preserva aquella idea primigenia del Comandante Fidel Castro: generar una fuente de empleo y facilitar mejores condiciones de pesca a quienes llevan en su piel el sabor de salitre y sol.

¡BARCO AL AGUA!

“El Argus 103 es ahora para nosotros como decir un yate”, sostiene Eriberto Ferro Amador, patrón de una de las enviadas de PescaMay, de Mayabeque, en proceso de recibimiento y entrega. “Así lo es, para las embarcaciones que hemos utilizado toda la vida. Mis muchachos están más contentos que yo, porque yo llevo 44 años de permanencia en el mar, de mis 64 de vida. A mí me queda poco para jubilarme, pero ellos son jóvenes y esta es prácticamente la segunda casa”.

A principios de enero dos Boniteros y dos Enviadas fueron alzados y puestos en el agua del Guacanayabo / FOTO Cortesía de Astigolf Manzanillo

Allí están, sobre cubierta. Aunque varados, ya en el agua, escudriñan su hogar. Los tripulantes saborean las primeras de miles de pisadas con las que impregnarán los casi 20 metros del plástico. Imaginan las veces que podrán entrar a puerto con las 12 toneladas de capturas para la industria, y luego volver una y otra vez, mientras abunden las riquezas del océano.

“El cambio es increíble, porque mejoramos en todas las condiciones de vida, afirma Mario León Peñate. Aunque estamos agradecidos de los beneficios del barco anterior, indiscutiblemente este es mejor. Aquel era viejo, de cemento, lleno de óxido, nos mojábamos. En comparación, por ejemplo, la velocidad de traslación reduce tres horas el tiempo de navegación, no se moja; estamos más cómodos y muy alegres”.

Mientras se espera la puesta en marcha de los motores en presencia del representante de firmas extranjeras a cargo, para constatar parámetros técnicos de presión, temperatura, voltaje; sobre los dos Boniteros 9 y 10 de Caibarién, en Villa Clara, y las Enviadas 102 y 103, de Mayabeque,  permanecen los obreros de Astigolf. Su ajetreo, el sonido de sierras, el olor de pinturas de retoque, afirman el proceso de ultimar detalles previo a las pruebas de agua y de amarre para que zarpen rumbo a sus puertos.

Los cuatro navíos forman parte de nueve que, en una primera etapa, corresponde construir para la reposición de la flota pesquera de las entidades del Ministerio de la Industria Alimentaria (tres ya entregadas). A ellas se sumarán otras siete contrataciones para una segunda etapa en el presente 2025.

“De las primeras nos restan dos, hoy a más de un 60 por ciento de ejecución, y otras alrededor de un 40 por ciento. Contamos con la materia prima necesaria para continuar los trabajos, aunque también somos afectados por la situación eléctrica, las limitaciones del combustible, que atrasan el proceso productivo”, explica el ingeniero mecánico Ricardo Oliva Machado, director del Astillero.

El ingeniero mecánico Ricardo Oliva Machado afirma el compromiso de su colectivo de 115 trabajadores de aportar al sector pesquero y a la economía del país/ FOTO Denia Fleitas Rosales

“Con un costo de más de ocho millones de pesos estos barcos se comercializan en moneda nacional para la flota pesquera del país. Estamos orgullosos de que los pescadores sientan satisfacción, porque mejoran a gran escala las condiciones de trabajo, a sabiendas de que el mar como agente agresivo hace perder a las embarcaciones de hierro los requisitos para navegar y asegurar la vida del hombre en el mar”, valora.

Para esta seguridad junto a cada navío también se entregan seis extintores cargados, aros salvavidas, los chalecos para cada tripulante, GPS y el sistema integrado de comunicación. En caso de los Boniteros, que como característica distintiva tienen doble sistema de gobierno, uno en el puente dentro de caseta y otro en el balcón ubicado en la popa. Incluye además un bote auxiliar de cuatro metros, con motor fuera de borda.

DEL MOLDE A LA MAR

La visión de renovar y perfeccionar los ambientes en los que permanecen los pescadores en altamar motivó este proyecto de nueva tecnología a partir de la década de los años 90 del siglo pasado. Las naves de plástico reforzado con fibras de vidrio (PRFV) resultan más económicas y duraderas, al ser resistentes a la corrosión; independientemente de que sus sistemas eléctricos, de gobierno, mecánica, plomería, son de importación.

Ariel Brau Vega, carpintero de rivera A, con 39 años de labor en Astigolf, es uno de los tres responsables de elaborar el conjunto de muebles, y especialmente el balcón de popa de los Boniteros, destinados a la captura de la especie bonito/ FOTO Denia Fleitas Rosales

Tras recibir los componentes y materias primas, de alta peligrosidad, y certificar su calidad, que podría comprometerse por las largas estadías de traslado mediante terceros países a consecuencia del bloqueo económico impuesto a Cuba, los proyectos toman vida.

Las ideas de los planos comienzan a forjarse con la participación directa o indirecta de los 115 obreros del Astillero Andrés Luján. En el molde se inicia el laminado del casco con fibras de vidrio de distintos gramajes y pasados 28 días del fraguado se desmolda. Se prosigue con igual método con otros componentes, como mamparos, cuadernas, cubierta, caseta y la toldilla.

Luego se procede a su montaje, y al habilitamiento con la carpintería, el sistema eléctrico, pailería, plomería y mecánica; se incluye la máquina principal, los dos tanques con capacidad para 800 litros de combustible Diésel cada uno, dos recipientes para agua de similar capacidad bajo cubierta y otros dos de 200 litros sobre caseta, que les permite una vitalidad de 10 a 15 días en el mar.

PERSPECTIVA DE SEGURIDAD Y ÉXITO

“La calidad de las embarcaciones es elevada, aunque depende de esas materias primas de importación, y pese a estar limitados con recursos que no entran al país, se solucionan con medios propios, u otros resultan de la inventiva de nuestros innovadores, que cumplen con los objetivos navales y tienen la aprobación del Registro Cubano de Buques, expone Víctor Reyes Mesa, especialista de calidad técnica.

Constatar la efectividad de cada labor para certificar la calidad técnica de las embarcaciones es faena permanente de Víctor Reyes Mesa/ FOTO Denia Fleitas Rosales

“Lo más importante es que el cliente está satisfecho del producto que entregamos. El 18.90 es de mucho confort, muy seguro para la navegación frente a altas marejadas en faenas de pesca”.

El joven electricista Ángel Capoche Labañino certifica que “nosotros, por lo tanto, hacemos nuestro mejor esfuerzo para que todo quede casi perfecto, para que los parámetros estén en óptimas condiciones, y todo trabaje como está establecido en virtud de la seguridad de esos hombres que ganan con faenas de pesca tanto el sustento de sus familias como el alimento para millones de cubanos”.

Independientemente de la alta demanda de este prototipo, los hombres de overoles azules de esta institución manzanillera tienen experiencias en naves de otras longitudes de eslora como el 16.16; el 12.9; el camaronero 21.10.

Además, prestan servicios de reparación y de otras producciones plásticas, como tanques y cajas, para entidades  de la Empresa Pesquera Industrial de Granma (Epigran) y unidades destinadas al cultivo del camarón.

“Se suman además la reparación de botes de cuatro, cinco, siete y 14 metros de eslora. Igualmente, tienen alta demanda las restauraciones a las embarcaciones de ferrocemento, pero nos afecta la materia prima en escasez en el país como los áridos,  principalmente arena y cemento”.

No obstante, asegura Ricardo Oliva Machado, “continuamos las reparaciones a nuestra vecina Epigran y a su filial Niquero, y a Pescaguan, de la más oriental de las provincias cubanas, Guantánamo, principales clientes del área”.

Ello les permite superar, pese a los obstáculos, los planes económicos productivos. La entidad este 2024 sobrecumplió con cerca de cinco millones de pesos en moneda nacional por concepto de ventas, y ascendió en su totalidad a 54 millones 344 mil 696 pesos, con el aporte a la economía del municipio.

CONSECUENTES CON LA HISTORIA

De aquel astillero de madera, fundado por Ernesto Che Guevara en 1962, queda la estirpe impregnada por sus primeros obreros.

Eduardo Bodaño Rodríguez, integrante de esta fuerza por cuatro décadas desde su egreso de los estudios de construcción naval, ha llevado incluso la experiencia manzanillera a astilleros de Mozambique y de Venezuela.

“Valoro mucho la calidad humana y profesional de Astigolf. Tenemos perspectivas para contribuir a la sustitución de la flota nacional de ferrocemento por los plásticos, enlazarnos con el sector no estatal para burlar el bloqueo y diversificar nuestras producciones para avanzar hacia la fabricación de embarcaciones a privados; así se fomentará la pesca artesanal y se producirá más comida para el pueblo”.

Astigolf, entre las siete UEB de su tipo en el país, permanece consecuente con su historia. Al construir cada navío consolida su fuerza, cual protagonista de páginas de honor como la construcción y restauración de la réplica del Yate Granma. Con plástico reforzado de fibras de vidrio ponen la proa al futuro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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