
Tal vez Guillermo Avilés Difurnó esperó más de lo deseado, durante los últimos días, para ingresar en el selecto club de los peloteros con mil jits conectados en series nacionales y, de paso, convertirse en el onceno granmense.
Con un doblete al jardín central y frente al derecho Alex Daniel Pérez Ramos, el inicialista concretó la hazaña, este martes, en el estadio 5 de Septiembre, de Cienfuegos, donde los Alazanes dirimen el tope particular de la presente campaña contra los Elefantes.
“Sabía que ese momento llegaría; me faltaban pocos indiscutibles y quedaba más de la mitad del campeonato para conseguir la marca”, dijo a La Demajagua vía Facebook, desde la Perla del Sur.
También confesó que nunca estuvo ansioso, aunque hubiese preferido lograrlo en el parque bayamés Mártires de Barbados y ante su público, “pero no fue posible”, lamenta.
“En la subserie frente a Guantánamo me estaba apurando y no salió”, reconoció el 21 de los Alazanes, que necesitó tres mil 231 turnos oficiales al bate para arribar a ese número respetado.
“Pensé en aquellas personas que se sintieron orgullosas de mi resultado, de alcanzar esa cifra redonda: mi papá, mi familia…., y amigos, que siempre me han apoyado”, agregó el MVP de la final en la edición 56, cuando los Alazanes alzaron su primera corona de la historia en clásicos cubanos.
Avilés Difurnó reveló, además, que no siente preferencia por algún turno al bate: “Lo importante es concentrarse y hacer el trabajo, de acuerdo a la situación de juego”, concluyó el integrante de la selección nacional que asistió al IV Clásico Mundial, en 2017.
LOS CABALLOS ANDAN SUELTOS
Con cuatro victorias categóricas, incluyendo un súper nocaut (en cinco episodios), los Caballos de Ángel Ortega andan sueltos por la Perla del Sur y siguen avanzando en busca de la clasificación a los play off.
Los bateadores granmenses no han tenido misericordia hacia los Elefantes ni hacia su pitcheo, con 67 indiscutibles y 50 carreras anotadas, en los cuatro primeros partidos del compromiso.
De hecho, los tetracampeones nacionales parecen más cerca de una pollona que los cienfuegueros de esquivarla, pero sería demasiado arriesgado vaticinarla porque un juego lo gana cualquiera, hasta el más débil de los conjuntos.
Ortega y sus alumnos tratan, hoy, de extender el dominio sobre sus rivales de turno y, de paso, mejorar el balance de 28 triunfos y 18 reveses, que lo ubican en el tercer lugar de la tabla de posiciones.
La semana próxima reciben a Mayabeque, en Bayamo.