
Justo en el parque museo Ñico López, otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, los bayameses confirmaron este miércoles su indisoluble compromiso con la Patria.
En el sitio, que compartió con el santiaguero cuartel Moncada, la epopeya del 26 de Julio de 1953, el pueblo de la cabecera granmense recordó aquella histórica fecha, devenida Día de la Rebeldía Nacional, y de la cual se cumplirán 69 años.
El municipio, declarado entre los destacados de la provincia de Granma en la etapa que se evalúa previo a la efeméride, reunió en ese recinto sagrado a dirigentes del Partido y el gobierno, de entidades y organismos, junto a una representación del pueblo, que asistió de rojo, para reafirmar el patriotismo heredado desde que los cubanos en esta ciudad mambisa se entregaron a la contienda por una Patria libre y soberana.
El acto celebrado a tales efectos, fue más que un espectáculo cultural, una oda desde del talento cultural de varias generaciones de bayameses, a la Revolución que dignificó desde su triunfo, y que precisa hoy de nuevas cargas mambisas para continuar su avance indetenible contra vientos y mareas.
Laura Julia Figueredo Rosales, graduada de actuación, levantó su voz en nombre de las nuevas generaciones. “Los jóvenes de estos tiempos levantamos con orgullo las banderas de la continuidad, y estaremos siempre en primera línea de combate en defensa de nuestra nación”, proclamó.
Tras la entrega de reconocimientos a organismos y personalidades con una labor sobresaliente para honrar la efeméride, Yanetsy Rodríguez Sampson, máxima dirigente del Partido en Bayamo reseñó lo acontecido el 26 de julio de 1953, y se refirió a la actual batalla de los cubanos por salir adelante en medio de una crisis económica mundial y del arrecio del bloqueo económico imperialista, y la incitación de los enemigos para desestabilizar la unidad del pueblo.
Convocó, como la más contundente respuesta, a fortalecer las acciones y estrategias para transformar cada programa de desarrollo y las nuevas estrategias orientadas por el país para reanimar los sectores productivos y sociales. Ese esfuerzo, esa más fuerte infusión de voluntad, se las debemos a aquellos jóvenes de la generación del centenario y la dirección histórica de la Revolución con Fidel al frente, quienes antepusieron a nosotros al yo, dijo.
De ellos venimos, resaltó, y es importante que nuestro homenaje no se quede encerrado en un acto, en unos versos o en unas palabras para la efeméride, sino se traduzca en una gran batalla en defensa de la economía y por fortalecer entre nuestra gente la espiritualidad, el civismo, la solidaridad, la disciplina y el sentido del servicio público.