Logro asombroso, privilegio, alegría, el milagro de la belleza… con esas palabras fue calificada ayer, en la sala Nicolás Guillén, de La Cabaña, la Biblioteca del Pueblo, un verdadero acontecimiento literario que presentó, junto al ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y en presencia de Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, el poeta y escritor Virgilio López Lemus, uno de los escritores a los que se dedica la Feria.

Mientras Virgilio describía, con toda justeza, la significación de esta «colección atesorable», los presentes –muchos de los cuales tenían ya en sus manos algunos de los más de 70 títulos que vuelven a ver la luz con este proyecto– asentían, al ser testigos del  suceso.

«A partir de esta entrega, el pueblo lector contará con una riqueza extraordinaria. Dígase, porque es obligado decirlo, que el acontecimiento es también una proeza. El recrudecimiento del bloqueo de las fuerzas del mal y de la prepotencia imperial hacen que un acto de cultura así sea también real y maravilloso», comentó Virgilio.

No faltaron las alusiones a la Revolución Cubana cuando, desde su mismo advenimiento, nos regaló El Quijote. «Entonces, detrás de esta naciente biblioteca del pueblo está vivo el impulso de Fidel», aseveró.

Alonso ponderó a los gestores de este empeño, y citó al escritor Francisco López Sacha como uno de sus más entusiastas colaboradores.