
El puente colgante de Jobal, en Caney de las Mercedes, municipio Bartolomé Masó, muestra hoy belleza singular. Danza sobre el cauce del río Arroyón, ofreciendo en interrelación con la exuberante naturaleza un atractivo único.
Fue construido en 1964, en los días que naciera la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, para unir las comunidades de Jobal Abajo y Caney Afuera, las cuales quedaban incomunicadas cuando, antes que el clima se empecinara drásticamente en cambiar, el río se desbordaba e impedía el acceso.
Era entonces de estructura más rudimentaria, y a pesar de reparaciones modestas que hacían los propios pobladores, llegó a total deterioro, y su mejora trascendió por muchos años como anhelo popular, convertido en histórico planteamiento en reuniones de rendición de cuenta del Poder Popular.
La reparación llegó a finales de 2021, y a principios de este año se culminó (con monto superior al millón de pesos aportado por Comunales y de la Contribución territorial), la cual incluyó fijación de los pilotes, modificación de los tensores verticales y horizontales, enrejado lateral, y sustitución del fondo de madera…
Atractivo como quedó, con orgullo van y vienen por el, habitantes de barrios cercanos, y de otros un poco más lejanos en las montañas, que acortan camino para llegar al Caney
El colgadizo comunica a esta parte con Vegas de Jibacoa, con Las Colmenas de Providencia, Jobal Arriba, Plan Sierra de Sao Grande, Arroyones de Las Mercedes, … y trasciende sin dudas, como gran novedad.
El acceso de los pequeños a la escuela, de las familias a la bodega y a otros servicios, cuentan entre los múltiples beneficios de la obra, de acuerdo con Moraima Leyva Arias y Danné Álvarez Ricardo, presidenta del Consejo Popular de Caney de las Mercedes y delegada de la circunscripción 35 de Jobal, respectivamente.
Mientras, Nairi Castillo Rosales, pobladora de Jobal Abajo, al resumir el sentir de todos los beneficiados que tanto aportaron a la obra, prefirió solo expresar con satisfacción plena: “bienvenidos al puente”.