Manzanillo.- Visten de blanco como pulcra es la misión que tienen sobre la tierra, sin importar reloj o almanaque para que brille el desempeño.
Basta escuchar el: “Buenos días familia, ¿cómo amanecen por aquí?” para que cada persona sienta la fuerza de la tranquilidad; la hermosa seguridad de sentirse cuidado y protegido.
Son los profesionales que con mayor carga de sensibilidad, entrega y pasión tejen una obra colectiva que lleva en sí el amor por los semejantes, desempeño de altos quilates dorados por la salud y la vida, como lazarillos del quebranto durante las 24 horas del día.
Hoy el quehacer es gigante y el ejemplo inmenso en Cuba o cualquier sitio del mundo cuando “plantan” cara al nuevo coronavirus y le arrebatan vida al desaliento, la tristeza y la muerte. ¡Son triunfadores!
Miles de protagonistas, mujeres y hombres, con la voluntad primera de servir para precaver y sanar.
A horas de celebrar el 12 de mayo el Día Internacional de esos profesionales, en cada uno de ellos habita y enaltecen la prédica martiana: “Es la enfermería de las más nobles y humanas profesiones del mundo.”