
“Es una satisfacción indescriptible, cuando contribuyo desde mi pedacito de tierra a potenciar la producción de alimentos y la soberanía alimentaria”, resalta el productor Juan Sosa Verdecia, quien reside en el consejo popular Julia, en Bayamo.
Recuerda que la iniciativa surgió en un momento de crisis económica en el período especial.
“En los años 90 del pasado siglo, cuando la situación se agudizó , me dije: sí tengo un patio de 30 metros de ancho por 40 de largo, por qué no aprovechar las bondades de la tierra.
“Actualmente tengo sembrado frutales, como guayabas, mangos, ciruelas y cerezas, mientras que en otra porción hay plantado variedad de limón, como persa, mandarina y criollos”, alude.
Añade que de las hortalizas sobresalen pepinos, berenjenas, tomates y ajíes, entre tanto, cultivos de plátanos en su diferentes variedades como macho, fruta y felipita, también pueblan la riqueza de sus plantaciones.
“Estos sembrados me ha permitido no solo garantizar la economía familiar, sino que también tienen un destino social, para las embarazadas en el hogar Materno de la localidad y a las personas en situación de vulnerabilidad”, destaca.
Jefe de grupo de ocho asociaciones de bases de Combatientes en esa demarcación, apunta que la iniciativa se ha hecho extensiva a sus compañeros de lucha.
“Otros compatriotas desde su huerto familiar, también, impulsan la producción agroalimentaria con fines comunitario en el barrio, las escuelas y centros asistenciales de Salud”, subraya.
El cultivo de viandas y hortalizas, de ciclos cortos en patios y parcelas familiar, constituye uno de los ejes estratégicos por la máxima dirección del país, para fomentar el programa agroalimentario desde el barrio; por este concepto, solo en el mes de julio, se han declarado una treintena de siembras en pequeñas porciones de tierras, en hogares bayameses.